Mauricio Aquino / CMS CIS, @BlackBlueTravel
Las grandes experiencias están prácticamente garantizadas en los 71 mil 820 kilómetros cuadrados del estado de Veracruz, donde seguramente podrás disfrutar de alguna de tus actividades favoritas, pues en él no solo se encuentra el puerto famoso por su comercio desde hace más de 250 años, que incluso fue llamado la puerta de México al mundo, sino también muchos otros destinos. Hagamos un breve recorrido por sus innumerables atractivos.
Empecemos con una rica y aromática taza de café en una de las múltiples fincas de la zona de Coatepec, donde podrás admirar la maquinaria original utilizada para procesar los granos de café en pleno siglo XIX, conocer cómo es el tostado que combina tonos ligeros e intensos con cien aromas diferentes y deleitar todos tus sentidos durante una espectacular cata. Luego conozcamos la Ex hacienda de Lencero, que fue la casa de Antonio López de Santa Anna, el ex presidente de México, y aún conserva muchos artículos y detalles de la época. ¡Ah! No te despidas del lugar sin antes ir al Museo del Café, pues allí te espera una degustación de esta bebida, maridajes e incluso, si vas entre octubre y diciembre y tienes un poco de suerte, una muestra en vivo y a todo color del proceso de la pisca.
Si te gustan las emociones fuertes y las grandes dosis de adrenalina, te invito a descubrir las inigualables experiencias que te esperan en los ríos rápidos de Jalcomulco, donde un chispazo de vida recorrerá tu cuerpo mientras surcas las corrientes con tu equipo de embarcación, después de una minuciosa plática de seguridad. Otra opción llena de acción la encontrarás en la playa de Chachalacas, pues allí no solo admirarás la inmensidad del mar veracruzano, sino también te deslizarás a bordo de una cuatrimoto por los impresionantes des niveles de unas dunas que te garantizan una aventura llena de velocidad.
Si prefieres algo más cultural o histórico, no hay problema. Veracruz tiene espacios y atractivos que te conquistarán, como la imponente fortaleza de San Juan de Ulúa, que es una de las más antiguas del continente americano y tuvo un papel protagónico durante la Colonia, la Independencia, la Reforma y la Revolución, así que imagínatelas historias que guarda con más de 400 años de existencia. También te recomiendo programar una visita dominical a Papantla, destino en clavado en los cerros famosos por su gran producción de vainilla, para que en la plaza observes el estilo gótico de la Catedral de la Asunción, construcción que data de 1700, y disfrutes las danzas típicas de personas ataviadas con vestuarios auténticos y llenos de color, que se mueven al compás de los sonidos ancestrales. Este destino combina muy bien con Tajín, el lugar del trueno, donde te aguardan doce hectáreas con 168 edificios que, en su momento, fueron consagrados a grandes políticos y personajes religiosos, siendo la majestuosa Pirámide de los Nichos la más destacada del lugar.
¿Te gusta el esnórquel o el kayak? No dejes ir la oportunidad de remar desde la zona del Malecón del Puerto hasta la Isla de Sacrificios, donde descansarás un poco antes de sumergirte en las aguas que bañan los arrecifes veracruzanos y de detenerte a observar una enorme variedad de fauna marina. Los avistamientos de mantarrayas o enormes tortugas en su hábitat natural podrían obsequiarte un maravilloso recuerdo.
¿Qué sería de una visita al increíble estado de Veracruz sin una parada en el famoso Puerto de Alvarado? Justo allí desembocan los ríos Blanco y Papaloapan, rodeados de la picardía y alegría sin igual de los habitantes de este destino que cuenta con una gran oferta gastronómica y es famoso por sus festividades de mayo. Cerca de esta parada se encuentra Tlacotalpan, un poblado considerado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, que es famoso por su peculiar arquitectura de casonas llenas de color y grandes historias, como aquella donde nació el gran compositor mexicano Agustín Lara, y por el teatro Nezahualcóyotl, que fue construido en 1891 y conserva perfectamente muchos detalles increíbles de su época dorada, ofreciéndote un viaje en el tiempo mientras caminas por sus pasillos.
Solo falta que te decidas a visitar este estado que te garantiza momentos inolvidables, una gastronomía increíble y una gente que te recibirá con los brazos abiertos. ¡Vamos a Veracruz!
