Debido a la pandemia, vimos una modalidad no tradicional de tomar o dar clases y nuevas propuestas para seguir protegiendo a los alumnos con una póliza de AP Escolar, pues este instrumento los cubría si ellos sufrían un accidente en casa mientras estudiaban. Como la nueva normalidad nos ha alcanzado y los estudiantes han regresado a las aulas, buscamos a un experto que nos revelara cómo se está activando actualmente la cobertura y qué cambios se han visto tras la crisis generada por el coronavirus. Aquí te compartimos qué nos dijo Guillermo Fernández, promotor y agente con casi 18 años de trayectoria en nuestro sector, quien fue tesorero de la mesa directiva de la escuela de sus hijos, donde se hacía responsable del seguro de AP Escolar, y se volvió un asesor que comercializa este producto precisamente por tal cargo.
El entrevistado recibe entre cuatro y cinco siniestros al día, de los cuales la mayoría son de primaria y secundaria, quizá porque los pequeños de preescolar reciben más cuidados. Para Guillermo es normal esta tendencia, pero le pareció extraño que, cuando los niños apenas regresaban a clases presenciales, la siniestralidad aumentara demasiado. Al preguntar por la causa a un especialista, este le explicó que los accidentes de los niños se debían a una pérdida de la motricidad durante la pandemia, ya que habían reducido su actividad física.
Por fortuna, el ramo ya está estable y las contrataciones de las pólizas volvieron a retomarse. En la actualidad, la promotoría de Guillermo cuenta con una cartera de más de 80 colegios protegidos; sin embargo, durante la crisis sanitaria, varias escuelas no lograron sobrevivir y otras no renovaron porque sus ingresos apenas sustentaban los sueldos y gastos fijos.
Guillermo, quien radica en Tijuana, recuerda de forma especial una situación que se relaciona con la manera en que se transformó la póliza de AP Escolar: un colegio de gastronomía, donde se comenzó a impartir clases en línea durante la pandemia, tenía siniestros porque los jóvenes se cortaban o quemaban al realizar las prácticas y carecer de un supervisor o guía presencial. Las necesidades derivadas de la educación remota de emergencia, como las evidenciadas por el caso de dicho colegio, impulsaron a las aseguradoras a transmitir un mensaje: “Sus docentes y alumnos estarán protegidos de lunes a viernes, las 24 horas del día”.
Aseguradoras y agentes trabajaron para ofrecer productos funcionales que incluyeran, por ejemplo, descuentos en tarifas, protección para el docente, asistencia óptica –para la visión desgastada por largas horas de tomar clases al enfrente de una pantalla– e incluso asistencia funeraria. Los grandes esfuerzos no fueron en vano, puesto que los productos de AP Escolar lograron adaptarse a la adversidad y seguir protegiendo a los estudiantes, a pesar de que estos no se encontraban en un aula, pues los accidentes nunca descansan.
En vista de que los padres suelen confundir los seguros de AP Escolar con los de gastos médicos mayores y quieren ocuparlos para atender las enfermedades de los niños, nuestro entrevistado se cerciora de platicar con la dirección de cada escuela y con los padres de familia. Cabe resaltar que, aunque la póliza de AP Escolar no cubre padecimientos, es muy importante, pues uno de cada diez siniestros atendidos por Guillermo es catastrófico.
El promotor y agente nos platica que hace ocho años un niño se resbaló y se estrelló contra un vidrio, por lo que lamentablemente se cercenó los ligamentos de la mano. Tras ser llevado al hospital y revisado por los médicos, estos le comentaron a Guillermo que el estudiante necesitaba un cirujano plástico y un traumatólogo especializado en mano. Afortunadamente, el niño se recuperó tras recibir la atención necesaria y la aseguradora cubrió una parte del costo de la atención, pues en situaciones catastróficas es posible usar la suma asegurada, que se ajusta sacando un promedio de acuerdo con el peor siniestro sucedido en el periodo pasado, analizando los riesgos existentes en la escuela y estableciendo la ausencia o presencia de un deducible.
La póliza de AP Escolar se diseña a la medida de los colegios, para dar tranquilidad a estos y a los padres y para proteger a los estudiantes.
