Adriana Oropeza Flores / Directora editorial, Revista Siniestro
Aunque los juegos o aplicaciones que se vinculan a las redes sociales parezcan divertidos e inofensivos, cada vez que los utilizas aceptas sus condiciones generales sin saber qué estás consintiendo. Muchos de ellos abren una ventana para que los hackers o estafadores accedan a tu información personal o las empresas recopilen, analicen y vendan tus datos. Esta vulnerabilidad afecta tu seguridad y privacidad.
Los ataques cibernéticos también vienen de enlaces y archivos adjuntos en correos electrónicos. Aunque hemos leído o escuchado que no abramos ligas ni descarguemos nada de correos cuyos remitentes desconozcamos, las amenazas pueden provenir de mensajes de gente que conocemos. Por eso, si te llega un correo de alguien que conoces, pero algo te parece raro, pregúntale por otro medio si de verdad te envió el mensaje.
La seguridad de tus dispositivos móviles es muy importante, pues si esta es vulnerable pone en riesgo tu información y la de tus contactos. Si la amenaza es considerable cuando se trata de un particular, imagínate qué tan grave puede ser cuando hablamos de una empresa. Aunque podríamos pensar que la mayoría de las pymes cuentan con algún tipo de ciberprotección, de acuerdo con el Lunes Dañero de la Amasfac, casi el 50% no tiene planes de defensa y un 33% utiliza una herramienta gratuita de ciberseguridad.
BBVA, Chubb, GNP, Afirme, Atlas y Zurich son algunas de las aseguradoras que comercializan una protección cibernética, que cubre, dependiendo de la compañía, cargos fraudulentos, interrupción de negocios, ciberextorsión, responsabilidad o daños por seguridad o protección de datos y difamación, entre otros riesgos. Sin embargo, los ciberdelitos han aumentado mucho, así que las aseguradoras se han vuelto más prudentes para brindar la cobertura y han elevado las primas. Marsh advierte que, a nivel mundial, el precio de los seguros cibernéticos creció un 28% en el cuarto trimestre de 2022, tras un aumento del 53% en el trimestre previo.
Cada ciberataque tiene un impacto único. Aunque las aseguradoras mitigan las pérdidas económicas, no es posible recuperar información. No debemos pensar que un seguro nos protege de todo lo que suceda tras un ataque cibernético. Cada persona o empresa debe ser consciente de su vulnerabilidad. Un descuido podría resultar muy caro.
Antes de que sufras una terrible experiencia, asegúrate de contar con procesos de ciberseguridad y un buen modelo de protección de datos; respalda tu información para una posible recuperación; infórmate sobre los nuevos métodos para cometer ciberdelitos; capacita a tus empleados para reducir los riesgos; contrata una buena protección para tus computadoras; prepara un plan de respuesta a incidentes de ciberseguridad, y acércate a un agente de seguros, para que te asesore y ayude a elegir el producto más conveniente.
