En esta ocasión te narramos una fuerte experiencia que nos compartió Ricardo del Moral, quien es agente de seguros desde 2014 y promotor de MetLife especializado en pólizas de gastos médicos y de vida desde hace cuatro años.
Adrián Palacios Ramírez / Reportero, Revista Siniestro
Este caso marcó la carrera de nuestro entrevistado y trata de una gran amistad que perdió a causa de la covid-19.
Ricardo conoció a Antonio en 2016, quien era director comercial de una importante empresa y tenía un amplio conocimiento de ventas. Como ellos compartían la pasión por los autos deportivos, surgió una amistad. Un buen día, sin interés de vender, Ricardo realizó un análisis de las necesidades de su amigo de acuerdo con el estilo de vida despreocupado de este, manejando para ello temas de inversión y finanzas. El problema era que Antonio, quien en ese momento tenía cincuenta años, ni administraba cuánto ganaba y cuánto gastaba ni sabía cómo invertir su dinero de la mejor manera, pues solo compraba autos.
Al identificar la necesidad de su amigo, Ricardo se acercó a él para platicarle sobre cómo podía guardar su dinero y prepararse para vivir de manera pacífica su retiro. La vida de Antonio era algo ostentosa, así que él necesitaba guardar mucho más que los 6 millones de pesos que había considerado para su retiro, pues esa cantidad no tendría el mismo valor en el futuro y quizás en veinte años equivaldría a solo un millón de pesos por las devaluaciones e inflaciones. Después de mucho análisis, Ricardo propuso a su amigo contratar dos cobertura, seguro de vida, que este ya lo tenía como prestación por su empresa y un plan personal de retiro, que con- trató de manera personal, los cuales brindarían protección financiera tanto a él como a su familia.
Los lazos de amistad entre Ricardo y Antonio eran muy fuertes, por lo que convivían en reuniones familiares. Por ello, en junio de 2021, cuando recibió la mala noticia de que su amigo había contraído la covid-19, no había logrado vencer el virus y había fallecido, nuestro entrevistado experimentó un duro golpe de nostalgia. Sin embargo, Ricardo también se sintió satisfecho de haber contribuido a que Antonio partiera con la tranquilidad de haber protegido a su familia con un seguro de vida y de retiro. Ricardo asesoró a la viuda para que el seguro cubriera los gastos. La empresa donde el colaboraba, liquidó alrededor de 3.8 millones de pesos por los gastos médicos y hospitalarios correspondientes al tiempo que Antonio estuvo internado. Por covid 19, ya que estuvo hospitalizado luchando por su vida durante un mes y no logró vencer la enfermedad.
Tiempo después, la viuda de Antonio se convirtió en agente de seguros. Debido a la amplia motivación y el agradecimiento que siente por la respuesta correcta y eficaz del seguro, ahora ella comparte su experiencia con personas que viven situaciones similares.
Por último, Ricardo resaltó la importancia de contar con un seguro, afirmando que ni la persona con todo el dinero del mundo se libra de un siniestro y señalando la falta de responsabilidad de quienes no se preocupan por hacer un gesto de amor y tranquilidad para sus seres queridos.
