Adrián Palacios Ramírez / Reportero, Revista Siniestro
Conversamos con Bárbara Rey Actis, autora del libro Longevidad con sentido, quien nos explicó cómo ha evolucionado la calidad de vida de las personas en las últimas décadas y cómo los avances de la ciencia, la tecnología y la medicina han beneficiado a las nuevas generaciones, reduciendo la tasa de mortalidad e incrementando la esperanza de vida treinta años más. La consultora de longevidad comentó que antes la mayor esperanza de vida estaba destinada a los países más desarrollados, por lo cual se tenía la creencia de que vivir más era cosa de ricos; sin embargo, ahora el continente africano, que tiene la mayor tasa de mortalidad, ha incrementado su esperanza de vida, lo cual demuestra que, a nivel mundial, las personas han mejorado su calidad de vida y, gracias a ello, aumentan dos meses de vida por cada año que pasa.
El contrapeso de esto es la reducción de la tasa de natalidad, pues han disminuido de forma considerable los nacimientos en todo el mundo. Esto se nota con claridad en varios países de Europa, donde predominan las personas de edad adulta, pues ahora la gente vive más años y tiene menos hijos. Bárbara resaltó que, para 2050, la población empezará a disminuir.
Hace un siglo, las mujeres tenían una esperanza de vida de 35 años y los hombres de 33; ahora, la de las mujeres aumentó a 78 años y la de los hombres a 75. Este incremento nos está impactando a nivel global, aunque los conflictos bélicos actuales han contribuido a su disminución de manera considerable.
El impacto se ve reflejado con más frecuencia en la parte laboral, pues después de cierta edad las personas dejan de ser una opción de contratación. Para mostrarnos mejor este problema, Bárbara nos dio un ejemplo muy claro: si consideramos que, en España, las personas completan sus estudios a los 25 años, dejan de ser contratadas a los 45 y tienen una esperanza de vida de 75, solo tienen dos décadas para trabajar y ahorrar lo suficiente para sus treinta años de retiro.
En México, las personas mayores de cincuenta años han empezado a ser rechazadas por las empresas, aunque posean la formación y experiencia profesional necesaria para seguir trabajando. En la gráfica podemos ver el aumento de la esperanza de vida en nuestro país. La mejor alternativa para tener un retiro digno es el seguro de ahorro, el cual nos permitirá contar con los recursos suficientes para disfrutar nuestros futuros años de descanso. Este tipo de productos es accesible para cualquier nivel de ingresos y suele estar acompañado de un seguro de vida que refuerza nuestro patrimonio.
Bienvenido a Revista Siniestro 