Autos y Movilidad

Un camión de turistas siniestrado

Adrián Palacios Ramírez / Reportero, Revista Siniestro

En esta ocasión entrevistamos a Alfonso Escalante, gerente de AARCO Agente de Seguros y de Fianzas, quien tiene una trayectoria de 44 años en el sector asegurador. Él nos contó un caso que demuestra la bondad y la alta capacidad de un seguro. El siniestro le ocurrió en julio de 1991 a un camión de turismo de dos pisos.

El vehículo era propiedad de una cadena hotelera muy conocida en Cancún, Quintana Roo; tenía la capacidad de llevar a 50 personas, considerando al conductor y el ayudante, y formaba parte de una línea de autobuses exclusiva que transportaba a los clientes de alta gama durante los traslados desde el aeropuerto hasta el hotel y en las excursiones.

El siniestro sucedió cuando un taxista que circulaba a gran velocidad se le cerró al camión que iba a su capacidad máxima hacia una zona arqueológica, ocasionando que el chofer perdiera el control y terminara impactándose en un poste con un enorme transformador de alto voltaje que conectaba toda la zona principal de Cancún.

El transformador cayó sobre el camión y provocó un incendio instantáneo que dejó, debido a las quemaduras, lesionados a 20 pasajeros y muertos al chofer, el ayudante y los otros 28 turistas. Este siniestro se volvió una noticia mundial, ya que muchos afectados provenían de otros países, como Corea, Japón y Brasil. Se usaron ambulancias aéreas para llevar de manera individual a los lesionados a hospitales de Miami, Houston, Texas, Orlando, Ciudad de México y Cancún. Nuestro entrevistado, como responsable de Ventas en aquel tiempo, y el equipo jurídico de AARCO viajaron a Cancún, donde vivieron casi un mes para atender el siniestro. La importancia del caso fue tanta que hasta se abrió un ministerio público o una fiscalía en ese destino turístico solo para atenderlo hasta que se terminara de pagar.

El camión fue pérdida total y valía 2 millones de pesos. Como la cobertura de responsabilidad civil (RC) a ocupantes del vehículo era de 6 millones de pesos y no fue suficiente para cubrir los daños, también se activó la cobertura de RC del hotel, que ascendía a 50 millones de pesos, para complementar el pago del siniestro. Las pólizas en su momento costaron en total 80 mil pesos. Mientras el siniestro era cubierto, nuestro entrevistado visitó los consulados de los países de los afectados. Él recuerda que hubo “historias muy tristes porque murió mucha gente” y todo “era muy desgarrador y complicado de atender”, pero el taxista que provocó el accidente, al no haber tenido contacto directo con el camión, no pagó nada y no terminó involucrado.

Este caso demuestra la nobleza y el valor de un seguro, recordándonos que para el riesgo no hay edad, clase social o distancia, ya que puede alcanzar a cualquier persona en el momento y el lugar menos esperados.

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