Adrián Palacios Ramírez / Reportero, Revista Siniestro
En esta ocasión, tuvimos la oportunidad de conversar con un agente recién preparado, Juan Saúl Torres, quien nos compartió su experiencia como asesor de seguros. El primer caso que enfrentó fue el de sus vecinos, quienes acudieron a él en busca de orientación sobre una póliza de vida. Esta experiencia marcó un hito en su carrera y le permitió entender el impacto real que tiene un asesoramiento adecuado en la vida de las personas.
Todo comenzó con el fallecimiento de la madre de estos vecinos, quienes, en medio del dolor, no sabían cómo proceder con la reclamación del seguro de vida. Los beneficiarios eran dos hermanos que, al principio, se sentían perdidos y no tenían esperanzas de recibir apoyo de su aseguradora. Pensaban que, dado lo complejo del proceso, su reclamo no tendría éxito. Sin embargo, el agente Juan les ofreció una perspectiva diferente, mostrándoles que el proceso no tenía por qué ser tan complicado y que sí había una forma de obtener el apoyo que necesitaban.
La confianza que los hermanos tenían en Juan facilitó el cambio de perspectiva. Aunque la señora no estaba asegurada directamente con él, los hijos decidieron recurrir a la ayuda de nuestro entrevistado debido a la cercanía y confianza que habían cultivado con Juan a lo largo de los años. Esta relación cercana les permitió dar el paso hacia la búsqueda de asistencia en lugar de enfrentarse solos a una situación tan difícil.
El proceso que siguió Juan para ayudarles a realizar la reclamación fue meticuloso y esencial. Él se dedicó a reunir toda la documentación necesaria, orientar a los hermanos en cada paso y cerciorarse de que ellos cumplieran con todos los requisitos establecidos por la aseguradora. Para él, este caso fue una prueba de que la verdadera labor de un agente de seguros va más allá de la venta o la obtención de comisiones, pues se trata de ser un apoyo real para las personas en momentos de vulnerabilidad. Para Juan, lo más importante es asesorar y ayudar a los demás a tomar decisiones informadas que les cambien la vida.
El monto reclamado por los hijos fue de alrededor de 950 mil pesos, una cantidad significativa que les permitió cumplir varios proyectos pendientes. Gracias a este apoyo, uno de los hermanos terminó la construcción de su casa, mientras que el otro invirtió en su propio negocio. Ambos coincidieron en que, aunque la pérdida de su madre fue dolorosa, el respaldo del seguro les permitió avanzar con sus vidas y dar un giro positivo a sus futuros. Los hermanos siempre agradecen a su madre por haber dejado ese respaldo que, a pesar de su partida, les proporcionó el apoyo necesario en un momento tan difícil. Para Juan Saúl, esta experiencia fue especialmente gratificante, pues le permitió ver cómo, a través de su labor, ofreció no solo una solución financiera, sino también una esperanza y un nuevo comienzo para esta familia. Para él, este caso reafirma lo que siempre ha creído: la verdadera satisfacción de un agente de seguros está en brindar oportunidades donde antes parecía no haberlas.
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