Cómo mejorar el uso de tu capacidad de afianzamiento

Pako Barajas / Presidente, AMIG

La tecnología y la conectividad digital han acelerado los ritmos de vida, generando expectativas de respuesta y acceso casi inmediatas que alcanzan al entorno empresarial y a las garan- tías. Para satisfacer estas expectativas, las instituciones afianzadoras en México disponen de una herramienta conocida como capacidad de afianzamiento, la cual básicamente es una suscripción anticipada, pues se evalúa la capacidad financiera, las garantías inmobiliarias, la experiencia, la historia y el prestigio del cliente, entre otros factores, para definir un monto acorde con su perfil, que ayude a satisfacer sus necesidades específicas e inmediatas. Esta capacidad brinda muchas ventajas, entre las que destacan:

• Acortamiento de los tiempos de respuesta en la emisión de las pólizas.
• Certeza y tranquilidad de contar con el respaldo de la institución afianzadora en los contratos con condiciones normales, durante la vigencia y hasta por el monto de la capacidad otorgada.

• Cumplimiento de los plazos de entrega de garantías pactadas con el beneficiario.
• Mayor capacidad de participar en licitaciones de proyectos públicos o privados.

Si bien la institución afianzadora define la capacidad de afianzamiento, los clientes pueden maximizar el aprovechamiento y uso de esta con acciones sencillas que les ayuden a mantenerla e inclusive robustecerla con base en el desarrollo y crecimiento del negocio, así como en las necesidades específicas que se vayan presentando. Algunas de estas acciones son:

• Envío de estimaciones o aceptación de que la institución afianzadora supervise los proyectos en ejecución.
• Cancelación oportuna de proyectos concluidos.

• Actualización constante de la información financiera, lo que ayudará a ir ajustando la capacidad en función del ritmo de crecimiento de la empresa.

• Reporte de proyectos futuros en el corto o mediano plazo.
Contar con una buena capacidad de afianzamiento es no solo un respaldo, sino también un elemento estratégico que abre las posibilidades de crecimiento, ya que permite a la empresa estar preparada para actuar con prontitud en cuanto se presente la oportunidad de negocio.