Siniestro Vida

Muerte instantánea


Un día que marcó a una madre


Adrián Palacios Ramírez / Reportero, Revista Siniestro

Conversamos con Jessica Hernández, quien es agente de seguros de GNP y tiene más de una década de experiencia. Ella es una apasionada de su labor y de la protección del patrimonio de las personas. En esta ocasión nos compartió un caso que ilustra el verdadero valor de contar con un seguro de vida y el papel esencial desempeñado por los asesores comprometidos.

En 2019, una joven asegurada de 30 años falleció de manera instantánea en un trágico accidente automovilístico. Ella tenía una póliza de vida grupal debido a su empleo, la cual resultó crucial para su madre, quien enfrentaba no solo el dolor por la pérdida de su hija, sino también la incertidumbre sobre su futuro económico, ya que afrontaría el reto de solventar su manutención. El proceso para reclamar la suma asegurada inició de inmediato, pero durante la recopilación de documentos surgió una complicación: era necesario realizar una prueba de alcoholemia para comprobar que la joven no había manejado bajo los efectos del alcohol. Lamentablemente, debido a la severidad del accidente, no fue posible obtener una muestra confiable, ya que la vejiga de la asegurada se encontraba vacía.


A pesar del obstáculo, el trabajo conjunto del Ministerio Público y el equipo de la aseguradora permitió esclarecer que no existía evidencia de consumo de alcohol. Tras este dictamen, el trámite continuó y la suma asegurada de un millón de pesos fue entregada a la madre de la joven.

Para la mamá, este respaldo económico fue una sorpresa. Aunque el dinero no reparó la pérdida, significó un gran alivio y un último acto de amor de quien, anticipando su ausencia, pensó en el bienestar de su madre. Con este gesto silencioso pero poderoso la hija cuidó hasta el final de ella.

Jessica Hernández menciona que este caso es uno de los más conmovedores de su trayectoria. Para ella, no solo demuestra la nobleza y responsabilidad de una aseguradora que actúa con ética y compromiso, sino también recuerda que los seguros sí pagan y que las dificultades en los procesos muchas veces se deben a documentos incompletos o condiciones no cumplidas, no a falta de voluntad de la aseguradora.

Este testimonio refleja la importancia de contar con un seguro de vida y resalta algo igual de valioso: el acompañamiento humano de los asesores que están presentes en los momentos más difíciles. Jessica no solo gestionó un trámite, sino también brindó apoyo, claridad y esperanza en uno de los momentos más duros para una familia.

Experiencias como esta nos recuerdan que un seguro es, más allá de un contrato, la promesa de brindar al cliente el respaldo adecuado cuando más se necesite. Un siniestro siempre es inesperado, así que es mejor tener buenas herramientas para afrontarlo, como un seguro con el cual el amor perdure más allá de la vida.

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