Especial fianzas

Fianzas en México


Retos, cambios y oportunidades


Entrevistamos a Alfredo Ortega, presidente de la Oficina de Vinculación de Garantías (OVG), quien nos ofreció un panorama claro y detallado sobre la situación actual del sector afianzador mexicano.

Laura Islas

Directora General Revista Siniestro

Él comentó que los clientes suelen enviar a la afianzadora una copia del contrato suscrito con las entidades gubernamentales o los particulares y que, más allá de las garantías ofrecidas por los clientes fiados o los obligados solidarios, la emisión de una fianza requiere un análisis profundo y cuidadoso. Por ello, un eje fundamental del trabajo de la OVG es el estudio y evaluación de los distintos contratos de los sectores público y privado. Nuestro entrevistado enfatizó la relevancia de mantener una colaboración constante con las instituciones públicas y privadas, así como con los organismos reguladores, las cámaras, las asociaciones y otros actores clave dentro del mercado de garantías. La vinculación efectiva entre estos actores permite no solo mejorar los procesos de suscripción, sino también fortalecer la confianza en el sistema de afianzamiento como un mecanismo eficaz de respaldo y cumplimiento. Respecto al panorama actual, Alfredo explicó que las fianzas, al igual que otros instrumentos financieros en México, han demostrado ser altamente sensibles a las crisis económicas. Las empresas, ante situaciones adversas, ven comprometido su patrimonio y sus flujos de efectivo, lo que incrementa sus pasivos y debilita su capacidad financiera para mantener operaciones y cumplir con los contratos establecidos tanto con el gobierno como con los particulares. Esta situación genera una mayor presión sobre las afianzadoras, que deben ser aún más rigurosas en sus análisis de riesgo.

Entre los principales retos del sector, el presidente de la OVG señaló la necesidad de fortalecer la coordinación con los beneficiarios y las autoridades regulatorias para mitigar de forma preventiva el riesgo de reclamaciones, lo cual permitiría eficientar el proceso de afianzamiento y reducir el impacto económico de los incumplimientos. Además, destacó la importancia de desarrollar e implementar herramientas tecnológicas de vanguardia que mejoren los controles internos de las instituciones, eleven la calidad del servicio y optimicen los procesos, haciéndolos más ágiles, seguros y transparentes.

Ortega también subrayó la importancia de establecer canales de comunicación efectivos entre el cliente, el intermediario y la afianzadora, lo cual ayudaría a entender de forma integral al cliente y la operación que se desea afianzar. Por ello, señaló que el agente desempeña un rol esencial, ya que conoce al cliente de primera mano y constituye una pieza clave en el proceso de suscripción, pues su labor, que no se limita a la intermediación, contribuye al análisis y evaluación de riesgos, lo cual refuerza la solidez del sistema de garantías.

Al hablar sobre los cambios recientes en los procesos de suscripción, nuestro entrevistado comentó que la incorporación de normativas, comités, manuales y reglas ha permitido establecer un mayor control en la emisión de fianzas. Sin embargo, enfatizó que es necesario complementar estos lineamientos con medidas de control interno más rigurosas, que se adapten a las condiciones económicas actuales y a la naturaleza de cada operación.

Estas mejores prácticas de suscripción deben considerar diversos factores, como la responsabilidad acumulada, el tipo de fianza, la duración del contrato, el análisis financiero del fiado o de los obligados solidarios, los flujos de efectivo y la capacidad técnica, financiera, operativa y administrativa del solicitante. Solo mediante una visión integral del riesgo y un enfoque preventivo será posible fortalecer la solidez del sector afianzador y garantizar su evolución en un entorno económico cada vez más exigente.

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