Especial fianzas

Finalidad actual de la fianza

Para Francisco Barajas, presidente de la Asociación Mexicana
de Instituciones de Garantías (AMIG), su cargo representa no solo una responsabilidad, sino también una forma de retribuir y agradecer profundamente todo lo que el sector le ha brindado en lo profesional y lo personal.

Laura Islas y Adrián Palacios

Por eso, desde su nombramiento, se ha desempeñado con gran compromiso y pasión, siempre trabajando en favor de Fianzas, hablando con entusiasmo sobre su papel al frente de la AMIG y demostrando su enfoque de aportar al fortalecimiento y la evolución del sector. Tuvimos la oportunidad de conversar con él y de conocer su visión sobre la industria afianzadora, a la que ha dedicado 35 años de su vida.

Francisco destacó dos de los principales retos de Fianzas. El primero es desarrollar la capacidad de adaptación, ya que el entorno en constante transformación exige que los actores involucrados —instituciones, agentes, clientes y autoridades— se ajusten a las nuevas dinámicas del mercado. El segundo es aumentar la integración y colaboración de todos los participantes.

Nuestro entrevistado explicó que la fianza no es solo un instrumento de garantía, sino también un respaldo sólido que contribuye al desarrollo económico del país, brindando certeza en las operaciones. En este sentido, el rol del agente es clave, ya que agrega valor al acompañar al cliente durante el proceso, ofrecer asesoría personalizada y construir relaciones de confianza. El presidente de la AMIG resaltó que el futuro del sector dependerá en gran medida de su capacidad de innovar, adaptarse y trabajar de forma conjunta, siempre manteniendo como eje central la esencia de la fianza: “Ofrecer seguridad y respaldo en cada compromiso”.

Él enfatizó la necesidad de avanzar de la mano de la tecnología, pensando no en reemplazar a los agentes, sino en optimizar su labor. Comentó: “La AMIG busca brindarles mejores herramientas para que operen de forma más eficiente, sin perder el contacto humano”. Añadió: “Un objetivo es atraer a las nuevas generaciones, mostrándoles una profesión con propósito y proyección”.

En cuanto a la evolución del sector en las últimas tres décadas, Francisco mencionó cambios significativos. Cuando ingresó a este ámbito, había prácticas muy distintas a las actuales. Por ejemplo, las reservas de responsabilidad en vigor eran simplemente el 50 % de la prima neta cobrada del ries- go, lo cual se debía en gran parte a las limitaciones regulatorias de la época. Hasta finales de los noventa no existía una técnica estandarizada para operar. Tras la incorporación de las calificaciones de garantía, los procesos se volvieron más técnicos, estructurados y profesionales.
Este líder insistió en la responsabilidad del sector afianzador con el cumplimiento de las obligaciones, afirmando que tanto las afianzadoras como los agentes deben actuar de manera alineada para garantizar dicho cumplimiento ante los beneficiarios, los proveedores y los prestadores de servicios.

Nuestro entrevistado comentó que en 1994 existían 21 afianzadoras activas y que a finales de 1999 solo había 14 por los requerimientos de capital y la competencia desleal. En ese entonces, cinco compañías concentraban el 90 % del mercado. Ahora, esas empresas siguen liderando el sector, aunque representan el 70 % del total. Hoy existen nueve compañías de seguros de caución y fianzas y nueve afianzadoras puras. El actual equilibrio de las operaciones en los sectores público y privado indica un entorno más balanceado en términos de requerimientos. Para concluir, Francisco Barajas afirmó que la fianza sigue evolucionando para adaptarse a las nuevas necesidades del entorno con un enfoque cada vez más técnico y profesional. Aunque aún existen detalles por afinar, reiteró el compromiso del sector: “Respaldar al beneficiario y garantizar el cumplimiento de cada obligación”.

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