Experiencia y visión de un líder del sector afianzador
Fernando Fernández, director general de Fianzas Asecam y expresidente de Afianza —hoy conocida como la Asociación Mexicana de Instituciones de Garantías (AMIG)—, nos compartió su visión sobre la evolución y el futuro de las garantías en México.
Fernández recordó que su paso por la presidencia de Afianza representó una etapa compleja pero enriquecedora. Durante ese periodo se dio una división dentro de la asociación, pues las diferencias conceptuales sobre dos figuras clave, la fianza y el seguro de caución, provocaron que algunas instituciones tomaran caminos distintos, lo que generó un reto en términos de unidad dentro del sector. El expresidente destacó que, a pesar de la fragmentación, haber convivido y colaborado con importantes instituciones del país fue una experiencia personal y profesional muy valiosa.
En cuanto a la evolución de la fianza en México, nuestro entrevistado señaló que el sector se ha transformado de manera significativa con el paso del tiempo. “La fianza siempre ha sido una garantía, pero los usos y costumbres han cambiado”, comentó. Recordó que antes las reservas se realizaban en función de lo que se cobraba: si el costo de la prima era del 1 %, se reservaba el 0.60 %, dejando márgenes claros de utilidad y comisiones. El modelo ha evolucionado debido a un entorno nacional e internacional más regulado, competitivo y exigente.
Respecto al futuro de las garantías en México, el director de Fianzas Asecam enfatizó: “La fianza ha estado presente a lo largo de la historia del país, y el sistema de garantías es indispensable para el desarrollo económico”. Además, recalcó que esta figura jurídica brinda confianza a los sectores público y privado, por lo que ha sido y será clave para garantizar el cumplimiento en proyectos de infraestructura, licitaciones y contratos. “Sin una fianza, no existe un filtro de validez ni una verdadera garantía que respalde el cumplimiento de las obligaciones”, afirmó.
Finalmente, Fernando Fernández hizo un llamado a continuar fortaleciendo la figura de la fianza no solo desde el ámbito legal y técnico, sino también desde su misión de brindar tanto confianza como estabilidad en las relaciones comerciales. En un entorno donde la transparencia, la rendición de cuentas y la certeza jurídica son fundamentales, la fianza sigue siendo un instrumento clave para garantizar el desarrollo sostenible del país.
