Para conocer la situación del reaseguro en América Latina, entrevistamos al Lic. Francisco Díaz, Market Head Mexico & Central America en Swiss Re, quien ocupa este cargo desde hace siete años. Él ha desarrollado su trayectoria profesional en esta reaseguradora desde hace más de 25 años, laborando en distintas áreas enfocadas en temas comerciales y de suscripción.
Nuestro entrevistado dijo que América Latina es, en su mayor parte, una región con alta exposición a catástrofes naturales, lo cual ocasiona niveles de cesión muy altos en todos los mercados, principalmente en property, y un gran interés a nivel internacional.
En México, hay alrededor de 265 reaseguradores registrados, 16 oficinas de representación y aproximadamen- te 36 corredores de reaseguro, lo que vuelve muy dinámico al mercado. Los ramos de Daños y Autos abarcan el 25 % de este, pues los problemas de capital y volatilidad en la exposición ocasionan altos niveles de cesión.
En general, el mercado reasegurador tiene gran interés en participar en la transferencia de riesgos, de modo que la economía y los grandes proyectos de los países sigan desarrollándose.
Francisco mencionó que la rentabilidad del negocio se ha mantenido. Para llegar a un nivel sostenible, fue necesario un ajuste de precios después de la pandemia por COVID —en 2020 Swiss Re pagó aproximadamente 3 mil 900 millones de dólares en siniestros y reservas relacionadas— y de los eventos catastróficos que sucedieron en años recientes. Esto no significa que el mercado sea blando.
Dentro de los riesgos que enfrenta el mercado reasegurador están los efectos que las catástrofes naturales tienen en los portafolios asegurados y no asegurados, el cambio climático y los eventos secundarios que generan pérdidas por ser más frecuentes. Además, la inflación exige gestionar los contratos para que las sumas aseguradas sean adecuadas y no se generen infraseguros. Otro reto es encontrar la forma adecuada de asegurar a las personas, porque la esperanza de vida se ha modificado, los hábitos de salud no son los más óptimos y las tablas de mortalidad han cambiado.
La materia prima de Swiss Re es, además del capital, la inteligencia de datos. Por eso, se ha apoyado en la tecnología tanto para revisar, analizar, agrupar y ver las tendencias de formas distintas, como para mejorar, simplificar y hacer más dinámicos sus procesos. La inteligencia artificial ha ayudado, por ejemplo, a detectar siniestros fraudulentos y no pagarlos, evitando que carguemos con sus consecuencias, pues cada fraude exitoso impacta en la prima de todos.
Sobre el aumento de la siniestralidad por catástrofes naturales, en los últimos 10 años ha tenido un costo cercano a los 100 mil millones de dólares al año —en el 2000 fue de 50 mil millones— debido a la mayor frecuencia de los riesgos secundarios —sequías que provocan incendios, pérdidas en seguros agrícolas e inundaciones causadas por tormentas—, la inflación, el costo de reconstruir los bienes y la gentrificación en áreas de alta exposición. Para Francisco, el futuro del reaseguro “será brillante porque acompañamos el crecimiento económico y somos un apoyo para nuestros clientes y para la industria”. Aunque en los países latinoamericanos Swiss Re ha observado una contracción económica, concluye: “Vemos mucha inversión de los gobiernos en nuevos proyectos de infraestructura y en distintos programas de crecimiento que, sin duda, serán acompañados por el seguro y el reaseguro”.
