Adriana Oropeza Flores / Dir. Editorial, Revista Siniestro
De acuerdo con la página web de la Profeco, “un seguro te protege financieramente ante el riesgo de perder un bien que te sería difícil de reponer, [por lo que] puedes asegurar el bien que más trabajo te costó o lo que más aprecias, que represente para ti un gran valor y que difícilmente podrías restituir con tus propios recursos”. Un seguro efectivamente te protege ante diversos riesgos que amenazan tu tranquilidad y la de tu familia a lo largo de la vida, como un choque automovilístico, la caída de tu edificio por un temblor, una enfermedad, un accidente e incluso la muerte. Dado que formar un patrimonio requiere tanto tiempo como esfuerzo y puesto que a nadie le gustaría perderlo, el seguro está allí para respaldar a quien decida acudir a él de manera oportuna e inteligente.
La pandemia, al ser una de las peores crisis que ha enfrentado el mundo, evidencia la necesidad de transferir varios riesgos y confiar en las aseguradoras, por ejemplo, la salud, los negocios y la vida. Sin embargo, todavía existe un gran desconocimiento de los mecanismos de protección que comercializan las compañías. La gente desconoce los beneficios de las pólizas y la amplia gama de opciones que está a su disposición. En la actualidad, muchas personas apenas están descubriendo que los productos de gastos médicos mayores ayudan a resarcir la pérdida económica ocasionada por una enfermedad o un accidente.
¿Sabías que las compañías que operan seguros de gastos médicos mayores en México cubrieron a más de 11 millones de personas en 2019? Esta cantidad representa el 9% de la población del país y significó un desembolso de más de 55 mil millones de pesos. La AMIS reporta que ese año se atendieron varios padecimientos únicos y sumamente severos (ver tabla 1).
El 35.2% de los casos catastróficos ocurridos en 2019 está relacionado con cáncer o tumores. Las enfermedades hematológicas representaron el monto medio más alto que se pagó, seguidas por los padecimientos congénitos o genéticos, que en promedio costaron poco más de 3 millones de pesos. De los siniestros que superan el millón de pesos, el 46% corresponde a personas de 50 a 74 años. Por ahora, un caso relacionado con el sistema endócrino es el más caro, sigue abierto tras 11 años y ha costado 98 millones de pesos. En la tabla 2 se observa cómo está distribuido el seguro médico por rango de edad, porcentaje de casos y de monto.
Los menores de edad con un mal congénito o una enfermedad prematura tienden a representar reclamaciones muy altas durante muchos años de su vida. De los 15 casos con mayor monto pagado históricamente, 6 se presentaron en personas que, cuando ocurrió su primer gasto, tenían menos de 18 años. En estos casos, el seguro médico ha sido un mecanismo para que los padres den a sus hijos una buena atención médica, la cual sería muy difícil de conseguir sin una protección financiera.
Las pólizas de gastos médicos nos abren las puertas para recibir la atención de médicos especialistas en el extranjero, a la cual quizá no tendríamos acceso en condiciones normales, pues el costo puede ser muy inmenso. Por ejemplo, el padecimiento de mayor monto que se ha observado en un hombre (enfermedad del sistema endócrino) fue atendido en el extranjero, duró solo un año y significó un total de 107.04 millones de pesos; el siniestro catastrófico más caro entre las mujeres (anemia hemolítica adquirida) costó 67.94 millones de pesos y duró 13 años. La renovación de los seguros de gastos médicos y el pago proporcional de la prima ocurre cada 12 meses. Existen siniestros que han durado hasta 28 años, lo que significa que la compañía y el asegurado pagaron durante todo ese tiempo sus respectivas obligaciones.
La pandemia despertó en las personas el interés por adquirir un seguro, pues evidenció cuatro cosas: las enfermedades nos pueden tomar por sorpresa, los servicios públicos no siempre son suficientes, los hospitales privados tienen protocolos especiales y el tiempo es decisivo en cuestiones de salud. ¿Qué esperas para asegurarte hoy mismo?
Bienvenido a Revista Siniestro 