Israel Trujillo Bravo / Twitter: DrTrujilloBravo
Aunque los niños y las niñas no pueden contratar seguros por sí mismos, sí pueden ser objeto del aseguramiento de productos generales, cuyas coberturas están diseñadas como planes familiares o globales, por lo que son utilizadas por cualquier miembro de la familia e incluyen servicios para menores de edad, y productos específicos, cuyas coberturas se enfocan en proteger a recién nacidos, bebés y menores de 14 años.
Entre los productos generales se encuentran:
- Seguros de salud familiar. Soluciones de carácter preventivo, que velan por el cuidado de la salud. En ellos se incorpora la cobertura del menor de forma adicional a la de los padres.
- Seguros de gastos médicos mayores familiares o para padres. Protecciones que brindan un apoyo financiero para la atención médica de un accidente, una enfermedad o una urgencia médica y que incorporan el aseguramiento de los niños al de los padres.
- Seguros de accidentes personales. Pólizas que se adaptan a la protección de los menores, en caso de extender la cobertura hacia ellos.
Entre los productos específicos están:
- Seguros de accidentes personales escolares. Soluciones que cubren a los menores, en caso de accidentes dentro de las instalaciones de la escuela o de aquellos lugares donde se esté realizando una actividad escolar supervisada por las autoridades de la institución educativa o accidentes que ocurran en el trayecto de la casa a la escuela o viceversa. Este tipo de pólizas son contratadas de forma obligatoria por las escuelas privadas o públicas.
- Seguros de salud para niños. Protecciones de carácter preventivo, que velan por el cuidado de la salud de los menores, por lo que sus coberturas cubren las necesidades de estos y ofrecen una red amplia de pediatras y otros especialistas en salud infantil. En general, estos productos aseguran desde recién nacidos hasta adolescentes de 14 años, pero estos límites varían según el tipo de protección.
- Seguros de gastos médicos para niños. Soluciones que brindan un apoyo financiero para la atención médica de un accidente, una enfermedad o una urgencia médica, incorporando servicios especializados en salud infantil.
- Seguros dentales para niños. Protecciones que pueden incluir consultas, urgencias, limpiezas bucales, pruebas diagnósticas, tratamientos de ortodoncia o periodoncia e intervenciones quirúrgicas.
- Seguros educativos. Pólizas que benefician a los menores y buscan constituir una garantía para los estudios superiores de estos, aun cuando el padre, la madre o el tutor fallezca o sea incapaz de aportar recursos económicos debido a una invalidez por accidente o enfermedad.
Las coberturas anteriores son las más comunes, pero existen productos que se adecuan a las necesidades y características específicas de cada usuario, por lo que se recomienda comparar las diversas opciones que existen en el mercado.
