Dr. Enrique W. Alarcón Mtz. / Director médico, Nocrala Selarom / Dictamed / enrique.alarcon@nocralaselarom.com / Twitter: @EnriqueWalarcon1
Normalmente el ser humano analiza sus logros, alcances y desventuras al final de cada año, para iniciar de la mejor manera posible el siguiente y así continuar enfrentando las exigencias del mundo. Sin embargo, pienso que una revisión semestral, como la que realizan las empresas y las aseguradoras, es un buen ejercicio para abrir los ojos y sentirnos vivos. Por eso, hoy te propongo reflexionar sobre tu avance y tomar en cuenta cinco puntos:
- Aunque parezca que estamos experimentando tiempos egoístas y mezquinos, donde nadie escucha a los demás y todos pelean entre sí, puedes hacer una diferencia si tienes en mente que perdonar es divino y errar a veces es humano.
- Después del encierro obligado por la pandemia, te resultará agradable hacer un recuento de la música escuchada, los libros leídos, los viajes realizados y las películas o series que miraste por primera vez o volviste a disfrutar. También será importante que recuerdes a los familiares que han sobrevivido y a los que se adelantaron, así como a los amigos que continúan contigo y a los que no. No olvides que cada experiencia te ha transformado.
- Los clientes perdidos o ganados, los buenos o malos funcionarios de las aseguradoras y las reclamaciones autorizadas o rechazadas te deben indicar hacia dónde debes mirar y dirigir tus pasos, pero esto no quiere decir que necesitas avanzar de manera directa y a toda velocidad.
- Es válido declararte incompetente en algunas materias de la vida, pues nadie sabe todo y eso no significa que te encuentres en el camino equivocado o tu forma de actuar sea errada. Este es uno de los peligros de estar vivo.
- La frase “Más vale prevenir que rechazar” describe una manera de entender la existencia y los seguros, en especial los de gastos médicos, porque la salud y la enfermedad constituyen una dualidad presente desde siempre en el ser humano, en otras palabras, el yin y el yang expresado de la forma más simple y contundente. Trabajar con este concepto es un revolucionario acto de amor y rebeldía y una forma de regresar del olvido para vencer a Goliat sin ser David.
Mientras escribo este artículo con la ayuda de Fito Páez, al ritmo de su canción Al lado del camino, no puedo evitar pensar que debemos plantearnos una revisión semestral no solo del negocio, sino también de la forma en que vemos el mundo y accedemos tanto a él como a sus habitantes, con quienes compartimos este momento, pues si vamos a ver enemigos en molinos de viento debemos estar a la altura.
