Para contribuir a la erradicación de los prejuicios que existen en torno a la comunidad trans, promover el acercamiento del sector asegurador a este grupo vulnerable e impulsar una oferta de productos y servicios efectivos y libres de discriminación, la AMIS organizó la conferencia digital “Estigmas, mitos y prejuicios sobre las personas trans en la industria de seguros”.En ella, Daniela Muñoz, fundadora y directora general de Trans Salud, explicó algunos conceptos e ideas que la gente suele ignorar o confundir y motivó la reflexión sobre el desafío que representa la inclusión de la comunidad trans en la sociedad y especialmente en el mundo de los seguros.
La especialista puntualizó que un prejuicio es la opinión preconcebida negativa de quien juzga, el estigma es la marca o señal que atraviesa a la persona juzgada y el mito es una idea errónea extendida sobre algo o alguien. Para la comunidad trans, una de las más vulnerables del país por la enorme violencia y discriminación que sufre, estos conceptostienen un significado muy profundo.
La médica cirujanatambién explicó que una person atransexual es aquella cuya identidad de género no concuerda con el sexo asignado en el nacimiento, por lo que cambia sus genitales; una persona transgénero es aquella que se identifica con el género opuesto al que se le asignó socialmente desde su nacimiento, así que toma hormonas, se somete a cirugías plásticas o se comporta de acuerdo con el género al que es afín; una persona travesti es aquella que en cierto momento de su vida decide expresarse como quienes tienenun género distintoal suyo, y las personas de género fluido son quienes se identifican como hombre y mujer a la vez o como una combinación de géneros, yendo más allá de los extremos del espectro hombre-mujer.
Daniela señaló que estos términos son utilizados solamente por el sector médico, pues quienes entran dentro de estas definiciones prefieren el título de “personas trans”. La razón de esta decisión es que la sociedad, a lo largo del tiempo, ha diferenciado y etiquetado a los individuos, aunque en realidad no hay una diferencia, sino más bien una diversidad. Todos somos iguales, puesto que gozamos de la misma esencia, que es nuestra humanidad. Todo está en constante cambio, incluso el género, y no hay nada que se mantenga inmutable.
La experta pidió combatir la estigmatización. Para ayudar a ello, desmintió la creencia común de que las personas trans suelen ser propensas a la diabetes, las infecciones de transmisión sexual, los problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad, y la muerte temprana. Con el mismo objetivo, aclaró que, aunque en el Manual DSM-5, publicado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, se considera la disforia de género como una enfermedad que consiste en la incomodidad o angustia que sienten las personas cuya identidad de género difiere del sexo asignado al nacer, el problema no son las personas trans, sino quienes no aceptanuna expresión de género diferente.
En relación con el mito de que el sector asegurador no quiere incluir y proteger a la comunidad trans, Daniela mencionó que las aseguradoras han solicitado datos y estadísticas a esta, pero se ha rechazadoeste tipo de colaboración. De acuerdo con la cirujana, la reacción defensivaes normal porque esta población ha sufrido violencia y discriminación por mucho tiempo, pero un primer paso para lograr la comunicación entre las aseguradoras y la comunidad trans es que cada individuo sea llamadosegún el género con el que se identifica. Este pequeño cambio en la forma de referirse a las personas trans podría generar una mayor apertura de estas con respectoal sector asegurador mexicano.
Bienvenido a Revista Siniestro 