Gastos Médicos Mayores

Luchar o morir: siniestro catastrófico de GMM

Laura Edith Islas Yáñez / Directora general, Revista Siniestro

Entrevistamos a Blanca Margarita Spezia Diaz, quien cumplió 38 años como agente de seguros y es socia activa de la Amasfac Sección Puebla. Como le gustan mucho los asuntos relacionados con gastos médicos mayores (GMM), le pedimos que nos contara el siniestro más memorable que ha atendido de este ramo.

En 1999, Margarita añadió a su cartera una empresa recién llegada a Puebla, que había solicitado una cotización de GMM grupo. Al principio tenía ocho asegurados, pero este número se incrementó con el tiempo y se convirtió en los 150 actuales. Como la mayoría de las personas cubiertas era alemana, la asesora identificó la necesidad de una póliza internacional. Dado que la suma asegurada inicial era de 3 millones de pesos (mdp), ella notó que esta sería insuficiente si ocurría un siniestro en el extranjero, por lo que sugirió una protección de 20 mdp, que fue aceptada. Con el paso de los años, se han hecho muchas modificaciones al seguro. Gracias a los endosos de la póliza, esta cubrió un siniestro catastrófico ocurrido en junio de 2021.

Todo comenzó cuando un alto ejecutivo, que había regresado de Alemania y viajaba del aeropuerto de la Ciudad de México a Puebla, se dio cuenta de que unos tipos lo seguían en una motocicleta. Antes de que estos lo alcanzaran en la salida de Chalco, él se comunicó con su esposa, que se encontraba en Suiza, para avisarle de la situación. En un intento de llamar la atención, el asegurado impactó su camioneta de lujo con un coche particular, aprovechando que el tráfico estaba casi detenido; sin embargo, los presuntos asaltantes o secuestradores le dispararon en el brazo izquierdo, dejándolo herido de gravedad, y se fueron sin llevarse nada más que su salud y tranquilidad.

Al enterarse, la empresa le habló a Margarita para comentarle lo ocurrido. De inmediato, ella reportó a la aseguradora lo que sabía. Después, la agente se enteró de que habían llevado al ejecutivo al Hospital Balbuena, donde recibió la primera atención, pero debido a la falta de medicamentos e insumos fue necesario trasladarlo al Hospital Ángeles Interlomas, donde entró a quirófano de manera urgente por segunda ocasión. Para que no se interrumpiera la atención médica, el hospital solicitó la carta de autorización de la aseguradora, por lo que nuestra entrevistada se esforzó por conseguirla y se comprometió a reunir la documentación necesaria para comprobar que el usuario no hubiera participado en una riña y dado pie a una exclusión.

Debido a una necrosis avascular, es decir, a la muerte de tejido óseo a causa de la falta de irrigación sanguínea, el asegurado perdió el brazo. Además, tuvo daño renal, estuvo intubado y desarrolló un síndrome infeccioso grave. Por si esto fuera poco, debido al tiempo que permaneció en cama, sufrió complicaciones relacionadas con el cuero cabelludo y los talones. Por fortuna, tras casi tres meses el paciente finalmente salió de Terapia Intensiva y tras varias cirugías y atenciones comenzó a mantenerse estable. Actualmente, el usuario ya está trabajando, aunque continúa en recuperación, por lo que el caso sigue abierto. Falta, entre otros reembolsos, el costo de la prótesis.

Para el momento del siniestro, la póliza internacional con tarifa de México tenía un catálogo GUA de honorarios médico quirúrgicos y una suma asegurada de 40 mdp. De esta cantidad, la aseguradora ha pagado cerca de 15 mdp hasta octubre de 2021, mientras que el usuario, cuya antigüedad con la protección se remonta a junio de 2009, solo se encargó de cerca de 2 mdp por gastos no cubiertos debido a que los médicos tratantes del Hospital Ángeles Interlomas se negaron a dar las razones por las que administraron ciertos medicamentos. El asegurado no tuvo que liquidar ni el deducible de un salario mínimo mensual de 2021 ni el coaseguro de 30 mil pesos, ya que se rebasaron los topes de la cobertura de Accidente, que fue la afectada.

Por supuesto, Margarita Spezia ha estado presente a lo largo de toda la atención de este siniestro. A pesar de que recibió amenazas o maltratos y de que algunas personas creían que no sería capaz de atender este caso por su magnitud.

Nuestra entrevistada dedicó incontables horas a este siniestro, sacrificando descanso, familia y bonos, sin recibir una remuneración a cambio, pues la ha impulsado su ética profesional, actitud de servicio y deseo genuino de ayudar a un asegurado. Ella sigue capacitándose, avanzando y ampliando su panorama. Hace poco, por ejemplo, tuvimos el placer de tenerla como alumna en nuestro Diplomado de Gastos Médicos Mayores.

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