Karla Velasco Arciniega / Reportera, Revista Siniestro
Se entiende que el precio de un auto clásico sea excesivamente elevado por su historia, diseño y antigüedad de al menos 25 años, pero se espera que un automóvil común se comience a depreciar desde el primer año después de que salió de la agencia. Déjame contarte por qué esto último, la depreciación, no se cumplió en 2022. Descubre cómo los problemas derivados de la pandemia, la guerra entre Ucrania y Rusia y la inflación han provocado que el valor comercial de los autos aumente, sobre todo cuando se trata de unidades viejas.
Daniel Serrato, representante de la aseguradora El Potosí, comenta que los vehículos menores de 2015 pueden tener incrementos del 39 al 50% respecto al valor que tenían en años pasados, mientras que el aumento de los vehículos de alta gama va del 9 al 14% y el de los vehículos comerciales va del 25 al 35%. Debido al desabasto de autos nuevos, la demanda de automóviles usados y el precio de estos se han incrementado. Además, como señala Arturo Fernández Llamosas, director comercial de ANA Compañía de Seguros, se debe considerar la inflación vivida no solo en México, sino en el mundo, para entender el aumento del valor de estos activos.
José Eduardo Sánchez, director de Autos de Zurich México, advierte: “Independientemente de que una unidad sea nueva o usada, es muy importante protegerla con un seguro, no solo porque en diversos estados de México es una obligación legal contar con uno, sino también porque en caso de robo o accidente, de no estar asegurado el vehículo, el usuario asumirá las pérdidas”. Esto último debe tenerse en cuenta, pues la AMIS informó que al cierre de 2021 el sector asegurador pagó 20 mil 410 millones de pesos (mdp) por daños a víctimas de accidentes viales y que el costo promedio de estos siniestros va de 5000 pesos, en casos sin lesiones, hasta 1.5 mdp, en eventos catastróficos.
El problema es que los costos elevados no solo afectan la producción de vehículos nuevos y la compra de autos usados, sino también su aseguramiento, pues obligan a las compañías a realizar un continuo ajuste de tarifas y deducibles, para que la suma asegurada cubra el precio comercial de las unidades. Cabe mencionar que las pólizas de autos se contratan a valor comercial, si se quiere usar el Libro Azul para fijar el precio en el momento del siniestro, o a valor convenido, si se desea pactar la cantidad que cubrirá la aseguradora. Aunque la segunda modalidad es muy popular, los expertos ya no la recomiendan porque, debido al aumento de costos, la indemnización sería insuficiente.
Arturo resalta que también hay un desabasto de refacciones y una contracción en la oferta de estas, lo que ha generado una inflación muy superior al Índice de Precios y Cotizaciones e impactado directamente en el pricing de las aseguradoras, ya que los costos de reparación son mayores. Daniel agrega que el asegurado prefiere reparar en lugar de recibir una indemnización por pérdida total, ya que no hay coches disponibles o estos tienen un precio demasiado elevado, y concluye que la severidad, la escasez, la inflación y el contexto internacional encarecen los siniestros y que los altos costos de las unidades nuevas llevan a las personas a comprar coches usados, ya que resulta una opción más factible, aunque la demanda incremente su precio y el de las pólizas.
José afirma que el sector asegurador nacional ha presentado un crecimiento sostenido, pero solo 1 de cada 3 autos en el país cuenta con una póliza, por lo que queda mucho trabajo por hacer para lograr que más personas comprendan que un seguro implica una inversión a corto plazo y un instrumento de blindaje financiero a largo plazo, que minimiza las pérdidas y el impacto de estas en nuestras vidas.
No hay que olvidar que todo esto es, de cierta manera, una secuela que dejó la Covid-19, dado que mucha gente eligió tener un vehículo usado o nuevo para evitar el transporte público. Así que, al final del día, ¿el valor de tu coche quiere competir con el de un automóvil clásico?
