Ajustes, Daños e Indemnizaciones

Granizo atípico colapsa a Ciudad Cuauhtémoc

Mario Albarrán tiene 28 años de edad y ocho como agente de seguros. Él da continuidad al proyecto de su papá, quien trabajó en el sector asegurador hasta que murió a finales de 2020 por la covid-19. En entrevista, Mario nos compartió un siniestro catastrófico que ocurrió en Chihuahua debido a una lluvia atípica acompañada de una impresionante granizada.

El joven agente comenta que en su región están acostumbrados a lluvias de 300 milímetros, pero en 2022 esta cantidad se ha casi duplicado. Además, señala que las precipitaciones han sido muy intensas y continuas, por lo que el suelo permanece húmedo y son comunes las inundaciones que se agravan por la mala planeación de las ciudades y el descontrolado crecimiento de los fraccionamientos.

El siniestro relatado por Mario ocurrió en Ciudad Cuauhtémoc, en la entrada a la Sierra Tarahumara, donde coexisten tres culturas: la mestiza, la menonita y, por supuesto, la tarahumara. Allí, las personas fueron golpeadas por sorpresivos pedriscos del tamaño de una pelota de golf y los menonitas fueron quienes sufrieron más afectaciones, ya que ellos tienen casas, empresas y el corredor comercial más grande de Latinoamérica, que se extiende a lo largo de 35 kilómetros.

La granizada duró alrededor de 40 minutos. Durante este tiempo, provocó daños en vehículos, casas, negocios y cosechas de, por ejemplo, maíz, frijol y avena. En cuanto a los autos, en el despacho de Mario se reportan más de 35 casos. El asesor comenta que el ajustador que atiende la mayoría de los siniestros en la zona habla de más de 300 siniestros ocurridos por este evento. “Estamos colapsados”, expresa el agente.

Las protecciones que se verán afectadas son las de daños materiales en autos, empresas y cultivos. Se habla de casos en los que se perdió hasta el 90% de la producción y de siniestros cuyo costo va de los 15 mil pesos hasta la pérdida total, como la que probablemente se declare en relación con la unidad de uno de sus clientes, cuya póliza costó alrededor de 12 mil pesos y cuyo deducible para daños materiales es del 5%, quien se estampó al perder el control por el granizo. Mario señala que es mucho más fácil trabajar con los menonitas porque suelen ser muy organizados y facilitar la gestión tanto de los siniestros como de los trámites asociados. Además, indica que la barrera del idioma no constituye un impedimento para darles una excelente atención.

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