Ana Clemente / anaclemente@virsaseguros.com.mx
En enero, la mayoría de nosotros se siente con energía renovada, pues doce meses nos brindan la oportunidad de lograr nuestros objetivos. Por eso, deseo que a lo largo de 2023 mantengas en tu actividad profesional y personal esa misma energía, labres de manera estratégica tus planes y tomes cada decisión con la intención de alcanzar tanto tus metas como tu propósito de vida. Dado que es de suma importancia la profesionalización de los agentes para la protección patrimonial de los clientes y puesto que es momento de incluir en tu planeación anual tu crecimiento en el conocimiento del ramo de daños, hoy te invito a profundizar en el seguro empresarial.
Ya hemos hablado del diseño de la póliza y algunos factores importantes para su construcción, de la incapacidad de una empresa de resurgir después de un siniestro y de cómo hemos aprendido a reconocer algunos riesgos inminentes en algunas zonas del país, como los relacionados con los temblores; sin embargo, ¿has reflexionado en tu rol como agente de seguros y eres consciente de que gran parte de la resolución de un siniestro depende de tu asesoría?
Las pólizas de daños siguen teniendo una baja penetración en México, ya que menos del 10% de las pymes cuentan con alguna de estas protecciones, pero cada vez hay más empresarios que saben de ellas impulsados en muchas ocasiones por alguna situación de cumplimiento legal. Así pues, la poca comercialización de estos seguros se debe sobre todo tanto al desconocimiento de los agentes sobre su funcionamiento, alcance y tecnicismos en las condiciones generales como a la tendencia de las promotorías de solo desarrollar los ramos de vida y gastos médicos. Por ello, tenemos una enorme necesidad de promotores que desarrollen a los agentes en el ramo de daños.
Hace unas semanas, alguien preguntaba en internet si era mejor vender seguros de vida o de daños y tristemente la mayoría de los colegas se enfocó solo en el beneficio económico directo de vender los primeros. Debemos cambiar esta idea, pues ¿qué pasaría si el empresario deja de percibir ingresos debido a que su negocio ha sufrido un siniestro y no cuenta con un seguro o este está mal colocado, por lo que no logra la indemnización o reparación de los daños? Es muy probable que, ante esta situación, no siga pagando sus pólizas de vida o gastos médicos. Con esto quiero decirte que es igual de importante cubrir los riesgos personales como los empresariales.
Por supuesto, vender seguros de daños requiere dedicación y tiempo de estudio. Así como en gastos médicos existen términos complicados para quienes no somos médicos, en daños hay una diversidad de conceptos que requieren análisis y comprensión, ya que muchos de ellos son debatibles o están sujetos a la interpretación. Sin embargo, la dificultad no debe desmotivarte. Recuerda que la estabilidad financiera del cliente y de las familias de quienes laboran en el negocio depende de la continuidad empresarial.
Con el objetivo de sumar a tu desarrollo como agente de seguros integral, tengo programado compartir contigo algunos temas que te ayudarán a afrontar de forma inmediata ciertas situaciones, así que no te pierdas las siguientes publicaciones si deseas convertirte en un profesional de daños.
