Fianzas

Impacto de la economía en las fianzas mexicanas

Platicamos con el Lic. Mario Carrillo, quien cuenta con una amplia experiencia en el ramo de fianzas, pues fue director general de la Asociación Mexicana de Instituciones de Garantías (AMIG) durante muchos años y ahora se desempeña como director corporativo de Sofimex y Dorama. Él nos dio un panorama sobre el posible impacto económico de 2023 en las fianzas.

Factores a nivel mundial

El especialista señala que, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la economía mundial se ralentizará durante este año y la crisis energética provocada por la guerra de Rusia contra Ucrania seguirá alimentando las presiones inflacionistas, erosionando tanto la confianza como el poder adquisitivo de los hogares y agravando los riesgos en todo el planeta.

La OCDE prevé que la economía mundial crezca a un ritmo inferior al previsto antes de la guerra, pasando del 3.1% al 2.2%, y se recupere de manera moderada hasta alcanzar el 2.7% en 2024. En el marco macroeconómico, el crecimiento dependerá de las grandes economías emergentes de Asia, que representarán casi tres cuartas parte del aumento del PIB mundial, ya que EUA y Europa registrarán una clara desaceleración.

La inflación persistente, los altos precios de la energía, el débil crecimiento de la renta real de los hogares, el deterioro de la confianza y el endurecimiento de las condiciones financieras son factores que van a mermar el crecimiento. Además, aunque los elevados tipos de interés son necesarios para moderar la inflación, agravarán las dificultades financieras de los hogares y las empresas.

Factores a nivel nacional

Para México, la OCDE no descarta riesgos por la inflación y la desaceleración de EUA, por lo que considera que el crecimiento económico será del 1.6%, lo cual dista mucho del 3% estimado por el gobierno federal, cuyos pronósticos reflejan tanto avances en la inversión pública y privada como la recuperación de los sectores más rezagados por la pandemia, gracias a las mejores condiciones epidemiológicas y del mercado laboral.

Los pronósticos de crecimiento para 2023 incorporan un aumento en la inversión pública por el avance de diversos proyectos de infraestructura, que dinamizarán la región sur-sureste del país, y en la privada por el aprovechamiento de las ventajas de México, como su estratégica geolocalización y los diversos tratados comerciales con los que cuenta.

Además, se prevé un aumento de los flujos financieros hacia América Latina y México, así como una mayor demanda de insumos y manufactura mexicana por la mayor comercialización en Norteamérica, que desde 2022 sustituye una parte de la producción de Europa del Este y Asia. A la par, el consumo aumentará por los programas sociales, las remesas y las reformas que han mejorado las condiciones laborales y los ingresos.

En cuanto al Presupuesto de Egresos de la Federación para 2023, se prevé una inversión física de 1,101,148.0 millones de pesos, lo que impactará en las obras de infraestructura, como refinerías y carreteras, y representa un incremento de casi 27.5% respecto del gasto programado para 2022 en el mismo rubro. Esto resulta relevante para el sector afianzador porque, hasta el tercer trimestre de 2022, se reportó un crecimiento nominal en primas directas del 21.7%, lo cual ocurrió con un gasto de inversión pública que tuvo un incremento del 17.7% con respecto del previsto en 2021.

Retos para el sector afianzador mexicano

Debemos recordar que vivimos un ambiente de incertidumbre, pues las perspectivas de crecimiento se encuentran sujetas a factores imprevisibles que comúnmente se modifican o ajustan, por lo que es menester estar al pendiente tanto de las acciones de política económica y desarrollo previstas para los tres niveles de gobierno como de la efectividad de su aplicación.

Como se espera que el sector afianzador tenga un crecimiento importante por los proyectos icónicos del sexenio, que concentran las responsabilidades asumidas, las instituciones tendrán el reto de dar seguimiento al cumplimiento de las obligaciones garantizadas y al mantenimiento de las capacidades de los fiados, para mitigar cualquier eventualidad que dé lugar a incumplimientos.

Además, no olvidemos que en 2023 se celebrarán elecciones ordinarias en Coahuila y el Estado de México, pues en ambas entidades se elegirá al titular del ejecutivo y en la primera de las dos también se integrará la legislatura estatal. Así pues, enfrentaremos los efectos derivados del cambio de administración, como el otorgamiento de negocios o contratos y la presentación de reclamaciones por parte del gobierno saliente y el arranque tardío del ejercicio presupuestario de la administración entrante. Aunado a lo anterior, 2023 será la antesala del fin del sexenio, por lo que debemos estar al tanto de los impactos políticos, económicos y sociales.

Sin lugar a dudas, el reto principal seguirá siendo el cuidado del proceso de suscripción de cada operación, ya que el análisis responsable de las obligaciones a garantizar y de las capacidades de los clientes continuarán dando sustento a la viabilidad del sector. El compromiso conjunto de los participantes de la industria –‍intermediarios e instituciones‍–, para abordar con éxito cada exigencia que se presente y forjar cada día un sólido futuro, apuntalará a largo plazo las garantías, ya que los beneficiarios darán el debido aprecio a estas por su gran valor para el desarrollo económico del país.

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