Sector Asegurador

Agentes de seguros, seguros

Alejandro García López / Director de Defensa Segura, Abogados de Seguros

Para todos es claro que contar con una póliza que respalde nuestras actividades comerciales, empresariales o profesionales es una de las mejores formas de proteger la continuidad de nuestro negocio, así como de nuestros bienes. Esto debería ser más que obvio para los agentes de seguros, quienes en teoría deben contar con una póliza de responsabilidad civil profesional, pero no lo es. Como se dan casos en que las aseguradoras se niegan a respaldar a los asesores cuando son demandados por los clientes, vale la pena revisar un par de ejemplos prácticos en que los abogados de Defensa Segura intervinieron y lograron que, después de presentar los casos ante las autoridades, las aseguradoras respondieran y pagaran lo correspondiente.

Caso del asesor demandado por su cliente transportista

El agente contrató para su cliente, un transportista con más de 20 años de experiencia, una póliza específica por viaje para proteger una carga. Durante la vigencia de la protección, se suscitó el robo de la mercancía asegurada. La compañía, luego de verificar el siniestro, declinó el pago con el argumento de que el cliente incumplió con la cláusula que lo obligaba a preferir transitar por carreteras de cuota para el traslado de la mercancía. Al recibir esta negativa, el transportista exigió al asesor que le pagara el valor de la carga robada, pues el agente debía responder por el error de no explicar claramente dicha cláusula al momento de la contratación de la póliza.

Como el asesor quería ayudar a su cliente y contaba con una póliza de responsabilidad civil profesional para agentes, solicitó a su aseguradora la activación de la cobertura; sin embargo, su petición fue rechazada, pues desde la perspectiva de la compañía no existía evidencia de una conducta negligente del asesor. Aun así, el agente fue demandado por el cliente ante los tribunales de la Ciudad de México, donde se le requirió el pago de 391 mil 523 pesos con 24 centavos por su supuesta responsabilidad civil profesional. Debido a ello, el asesor se comunicó con la aseguradora para solicitar el cumplimiento de la cobertura de defensa legal y gastos de defensa; sin embargo, la compañía nuevamente le negó el respaldo, argumentando que “el siniestro o reclamo de la póliza de responsabilidad civil era improcedente, pues no había error u omisión del agente de seguros y, por tanto, no se le podría brindar ninguna asesoría o asistencia legal”.

El asesor afrontó con sus propios recursos la demanda civil en su contra. Aunque no dudaba de haber actuado diligentemente, él consideró que debía presentarse ante el juez correspondiente para no correr el riesgo de ser condenado. Por ello, decidió contratarnos. Una vez que se tramitó todo el juicio, el asesor obtuvo una sentencia favorable, es decir, fue absuelto de las prestaciones reclamadas, incluyendo el pago exigido por el transportista. Sin embargo, los gastos del juicio fueron cubiertos por el agente, pues la aseguradora le negó la asistencia legal, a pesar de que ella también corría el riesgo de tener que indemnizar si el asesor era obligado al pago de las prestaciones reclamadas. Debido a esto, el agente demandó a la compañía el cumplimiento de la póliza de responsabilidad civil. Una vez que se tramitó el juicio en contra de la aseguradora, esta fue condenada a pagar los gastos de defensa correspondientes, es decir, los honorarios de Defensa Segura.

Este ejemplo demuestra que, si un asesor tiene una póliza de responsabilidad civil profesional y es demandado por alguna acción derivada de su desempeño laboral, tiene el derecho de utilizar las coberturas de asesoría legal, defensa y gastos de defensa, por lo que la aseguradora debe hacer válida la protección. Los agentes pueden elegir el abogado que prefieran, sobre todo cuando previamente la compañía les ha negado el servicio o cobertura de asistencia legal. Si el asesor opta por un abogado privado, la aseguradora debe reembolsarle los gastos que se generen. De cualquier manera, la única recomendación es buscar siempre los servicios de un abogado especialista en seguros y responsabilidad civil, ya que muchos casos se pierden porque son presentados por gente que carece de la experiencia y los conocimientos necesarios.

En la mayoría de las condiciones generales de las pólizas de responsabilidad civil profesional para agentes no existe ninguna exclusión que anule el servicio de asesoría legal o el pago de los gastos generados por la defensa cuando el siniestro que origine el reclamo se considere improcedente. Para solicitar el beneficio correspondiente, el agente solo debe comunicar a la aseguradora la reclamación o demanda del cliente. Esto se presentó en el juicio promovido por los abogados de Defensa Segura para defender la causa del asesor y fueron aceptados por el juez que conoció el caso, quien determinó que el agente debía contar con la asesoría jurídica ofrecida por la cobertura de su póliza y que la aseguradora debía reembolsar los gastos derivados de su defensa jurídica.

Caso de la póliza de auto mal elaborada

El agente tramitó una póliza para un vehículo particular, pero se equivocó en la captura de los datos, por lo que se emitió una protección básica y no la más completa que el cliente había solicitado. Debido a ello, cuando se presentó el siniestro de pérdida total por robo, la indemnización pagada por la aseguradora fue mucho menor que la esperada por el usuario. Como la diferencia era mayor a 100 mil pesos, el cliente reclamó al asesor la reparación del error. Cuando el agente intentó usar su póliza de responsabilidad civil, la compañía negó la procedencia del reclamo, argumentando que el cliente contaba con 30 días para rectificar su póliza y que, como este no había ejercido su derecho, no se admitía el error u omisión del agente.

Para evitar problemas legales el asesor decidió pagar de su bolsa la diferencia. No obstante, el agente solicitó la asesoría e intervención de los abogados de Defensa Segura, quienes le recomendaron demandar a la aseguradora para que cumpliera con lo establecido en la póliza. Tras conocer las pruebas y los argumentos presentados, un juez confirmó que este siniestro se encontraba cubierto en la póliza, así que ordenó a la compañía reembolsar al agente el importe de la diferencia saldada al cliente y pagarle tanto la actualización por mora como los intereses moratorios.

Este caso prueba que, cuando una aseguradora se niega a pagar, debemos cuestionarla y buscar la ayuda de abogados especialistas para que analicen con detenimiento los argumentos ofrecidos por la compañía y determinen si en realidad son válidos, ya que siempre hay dos versiones de una misma historia. En México carecemos de la cultura de reclamar lo que por ley nos corresponde, lo cual se refleja en el ámbito de los seguros. Recordemos que la ley nos hace a todos iguales. Tanto clientes como aseguradoras tienen derechos y obligaciones. Si consideramos que existe un agravio en nuestra contra, no debemos dudar en buscar justicia.

*El Lic. Alejandro García López es director del bufete Defensa Segura, Abogados de Seguros, desde 2013. Con su amplia experiencia en seguros, ayuda a empresas y personas físicas a negociar y cobrar sus indemnizaciones cuando por ley les corresponde. También ayuda a agentes de seguros con asistencia legal para sus clientes. Ha trabajado como abogado externo de diversas aseguradoras en litigios de materia civil, mercantil y administrativa.

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