Ajustes, Daños e Indemnizaciones

Dos factores: procedimiento y conocimiento técnico

En la edición pasada, te presentamos los casos de dos agentes que usaron su póliza de RC y descubrieron la importancia de esta. Para profundizar en el tema, platicamos con Felipe Elizondo y Alfredo Levi, quienes nos indicaron los errores más comunes que cometen los agentes al laborar y que los llevan a tener problemas legales.

Según la experiencia de los entrevistados, un 10% de los 50 mil agentes que existen llegan a tener un siniestro con sus asegurados. La mayoría de los casos no son tan graves, pues se da por el factor de procedimiento. Los expertos se han dado cuenta de que, entre más personas involucradas haya, existen más probabilidades de que ocurra una equivocación por no llenar bien una solicitud o carecer de información o no confirmar con el cliente las coberturas de la póliza. Para evitar este tipo de situaciones, se recomienda emplear una check list durante el proceso de contratación, donde se señale lo que está cubierto, se confirme que los datos del cliente y la suma asegurada son correctos y se asiente que el contratante es consciente de las exclusiones. Así, cuando el cliente firme de enterado, el agente se deslindará de cualquier problema que exista con el procedimiento o la información de la póliza. Si el contratante es familiar, amigo o conocido del asesor y se busca evitar una situación incómoda, se puede pedir la confirmación sin necesidad de la firma. En cualquier caso, el agente debe conservar pruebas documentales, pues si surge una complicación estas servirán para comprobar que se hizo el procedimiento correcto de contratación.

Por otro lado, el factor de conocimiento técnico puede causar grandes problemas legales si el agente no es consciente de las condiciones generales de los productos que ofrece. El asesor debe estudiar y conocer de principio a fin todas las coberturas y restricciones de una póliza; sin embargo, este trabajo se complica por la terminología que cambia de acuerdo con la compañía, pues ofrecer productos de aseguradoras diferentes implica leer las condiciones generales de cada uno de ellos, que contienen una infinidad de páginas, para estar al corriente de las coberturas y exclusiones, pero el agente algunas veces solo lee una parte de los contratos. Otros errores surgen cuando el asesor no está muy bien capacitado en el área, pues no ofrece, por ejemplo, la mejor suma asegurada al cliente. En ambos casos, la falta de conocimiento técnico puede obligar al agente a utilizar su póliza de RC si se presenta una demanda; sin embargo, si este seguro no es el adecuado, la ayuda será insuficiente. A veces el asegurado afectado no procede legalmente, pero en ocasiones el asesor tiene que pagar bastante por los daños. Por eso, se exhorta a los agentes a conocer el riesgo que aseguran, usar la tecnología para evitar errores y protegerse de manera correcta.

En conclusión, el asesor debe ser cuidadoso al hacer los trámites del cliente, por lo que se recomienda usar una check list para no caer en algún error; tener conocimiento de las pólizas que ofrece, para colocar el producto y la suma acordes a las necesidades de los contratantes, y contar con una buena póliza de RC para agentes, que no caiga en la ironía de excluir errores u omisión.

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