Según los datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) de 2021, 56.7 millones de personas mexicanas de entre 18 y 70 años tenían un producto financiero formal, como una cuenta de ahorro, un crédito, un seguro o una afore. La ENIF especifica que, de toda la población del país, solo el 74.3% de los hombres y el 61% de las mujeres tienen este tipo de productos. Esto significa, además de una falta de inclusión financiera y una brecha del 13% a favor de los hombres, que la población masculina sigue siendo la clave para el desarrollo y transmisión de la educación financiera y la cultura de la prevención a las siguientes generaciones. En este sentido, los padres que tienen o han tenido un producto financiero son un modelo a seguir para sus hijos e hijas, quienes copian su comportamiento y hábitos en cuanto a cómo ganan o gastan el dinero, qué consideran prioritario al comprar y de qué manera previenen una emergencia. Por ello, te presentamos los testimonios de dos grandes padres que pensaron mucho en el bienestar de sus familias, decidieron adquirir un seguro y heredaron inconscientemente la cultura de prevención a sus pequeños.
Profesor del Loro
Kevin Reyes, agente de MetLife en Grupo KC, nos presentó al profesor del Loro, quien contrató una póliza de vida por el miedo de dejar desprotegida a su familia cuando él ya no esté.
Su seguro, cuya prima es de 2200 pesos mensuales, contiene un paquete funerario que el profesor utilizó hace poco por el triste fallecimiento de su esposa, quien estaba contemplada dentro de la póliza. El asegurado recibió 50 mil pesos por esta pérdida, por lo que, pese al dolor, se sintió tranquilo y agradecido con MetLife, pues se dio cuenta de que la aseguradora sí cumple y ahora tiene la certeza de que sus hijos estarán protegidos aun en su ausencia. Él admira el trato amable y humano que recibió cuando presentó la reclamación, pues no se sintió como un cliente, sino como un miembro de la familia.
Profesor Rubén Medellín Gutiérrez
Fernanda García, agente de MetLife en Grupo KC, nos presentó al profesor Rubén Medellín Gutiérrez, quien hace tiempo contrató una póliza de jubilación y recientemente cumplió el plazo para reclamar los recursos de su seguro.
El profesor comenta que la suma recibida no solo le ayudó a salir de deudas, sino también a cumplir algunos sueños que tenía en mente, como darle mantenimiento a su hogar para sentirse cómodo en él, pues allí descansará con su familia la mayor parte del tiempo después de haber estado tantos años trabajando. Su experiencia con la póliza de jubilación fue extremadamente buena, pues el personal lo atendió amablemente cada vez que tuvo alguna duda, despejando sus inquietudes. Por ello, siempre confío en que la aseguradora cumpliría con lo establecido en la póliza, lo cual probablemente sus hijos también tengan en mente gracias a él.
