Karla Velasco Arciniega / Reportera, Revista Siniestro
Toda acción conlleva una reacción, por lo cual actuar cautelosamente y prevenir evita que nuestra vida sea víctima del efecto dominó y una cosa tan simple nos traiga consecuencias graves. Por ello, Froylán García, promotor en Prulife desde 2019, nos compartió un siniestro atendido por uno de sus agentes, que nos deja una gran enseñanza: gestionar el dinero con la pirámide financiera personal nos ayuda a planear mejor nuestra vida y prever recursos económicos para cualquier emergencia.
Juan Carlos Lugo, agente de Prulife, se reencontró con una amiga de la infancia, cuyo nombre en esta historia será Ana. Ella buscaba asesoría para asegurarse y él terminó convirtiéndose en el agente de confianza de la familia de esta mujer.
Dos semanas después de haber adquirido una moto, el hermano de Ana se accidentó. Debido a esto, la familia contactó a Juan para usar la póliza del vehículo y la de gastos médicos. De inmediato, el asegurado fue trasladado a un hospital de Pachuca, donde le realizaron dos cirugías. Como no quedó bien, al poco tiempo lo volvieron a operar. Tras esta tercera intervención quirúrgica, él siguió sin sentir mejoría, por lo que pidió a su agente que le dieran atención médica en la CDMX.
Juan consiguió que se aprobara el ingreso en el Hospital Ángeles Universidad, pero tristemente el hermano de Ana falleció al día siguiente de haber llegado a este lugar, pues allí adquirió una bacteria que afectó tanto su corazón como sus pulmones hasta causarle un infarto. En ese momento, se activó la tercera póliza contratada, la de vida, que indemnizó con 1 millón 700 mil pesos a su hijo y su esposa. El seguro de gastos médicos cubrió toda la atención con 680 mil pesos.
De no haber sido por el buen asesoramiento, la historia habría sido diferente, ya que al principio el cliente solo quería una póliza de ahorros. Como el agente ha aprendido de su promotoría que debe identificar las necesidades principales de las familias y que, de acuerdo con la pirámide financiera, antes del ahorro y la inversión está la protección, él la ofreció al cliente en un combo que costaba 65 mil pesos al año y contaba con dos coberturas: protección y ahorro a 13 años.
La familia jamás imaginó que la compra de una motocicleta desencadenaría todo esto, pues el hermano de Ana estaba joven y sano. Así como ellos, no sabemos a qué riesgos estamos expuestos en la vida ni en qué desembocarán nuestras acciones o decisiones, pero sí podemos prevenir situaciones y proteger así no solo nuestra persona, sino también y sobre todo a nuestros seres queridos.
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