Si ofreces algún servicio, debes saber que, aunque seas un especialista y tomes todas las medidas necesarias, podrías ocasionar daños al realizar tu trabajo o tras terminarlo. Hoy te relatamos el siniestro de unos contratistas encargados de modernizar el sistema contra incendios de una gran empresa papelera, el cual se produjo un par de días después de que los especialistas comprobaron el funcionamiento correcto de todo, pues los rociadores colocados en una bodega se activaron sin haber fuego, mojaron el papel que se encontraba en el lugar y generaron una enorme pérdida.
El ajustador que entrevistamos y los asegurados, los contratistas, se presentaron en la planta del afectado, ubicada en Querétaro, donde el gerente de Proyectos los recibió y ratificó los hechos antes declarados: la empresa contrató a los especialistas para actualizar el sistema contra incendios, lo cual se realizó por secciones y consistió en reemplazar la totalidad de los rociadores, presurizar el sistema, revisar que no hubiera fugas y cargar de agua la línea, pero los rociadores se activaron sin ningún motivo aparente dos días después de que se terminó el servicio.
Mientras se narraban los hechos, el área de Papelería estaba revisando los inventarios y ya casi terminaba de cuantificar los daños. Aunque se recuperó parte del material, se estimaba al menos 130 toneladas de papel afectado y una pérdida de 7 millones de pesos. El siniestro se agravó porque, aunque los trabajadores apagaron de inmediato el sistema de bombeo de agua cuando se activaron los rociadores, desafortunadamente estos no dejaron de esparcir el líquido hasta que se drenó toda la línea de la tubería.
El ajustador pidió los videos del área siniestrada al personal de Sistemas, pero no hay una cámara allí, así que solo consiguió una grabación a distancia. También solicitó los inventarios y soportes de adquisición o producción de los bienes afectados, para integrar el reclamo de manera formal, así como el resguardo de la mercancía dañada, para revisar cuál es rescatable para la aseguradora.
Los contratistas comentan que, tras medir durante varios días el calor a la altura del techo de la planta para revisar las temperaturas que alcanza el interior, no obtuvieron ningún registro fuera de los parámetros normales para la activación del sistema y que, tras comunicarse con el proveedor estadounidense de los rociadores para que los ayudara a identificar las posibles causas de la falla, le enviaron los componentes involucrados en el siniestro para su análisis en un laboratorio, proceso que tarda entre tres y cuatro meses para arrojar resultados.
Como todavía no se conoce la causa de la activación del sistema, no es posible determinar si los contratistas son responsables y si la aseguradora debe pagar, así que el área de Siniestros de esta autorizó la participación de un perito para ayudar a resolver el caso. Si la reclamación procede, los asegurados solo tendrían que pagar aproximadamente 700 mil pesos por el deducible del 10%, dado que la pérdida estimada asciende a 7 millones de pesos y la póliza de responsabilidad civil afectada tiene una suma asegurada de 500 mil dólares.
¿Qué opinas? ¿Por qué crees que se activaron los rociadores? ¿Error humano o falla técnica? Más allá de tu respuesta, esperamos que hayas notado la importancia de contar con un seguro de responsabilidad civil profesional.
