Gastos medicos y de salud

El cáncer que invadió a los seguros de gastos médicos

Ulises Flores-Urquiza V. Director, Leben Life direccion@lebenlife.mx

La corrupción en los hospitales mexicanos cuando corresponde pagar a las aseguradoras es cada vez más frecuente y descomunal. Este delito se presenta de muchas formas diferentes y desencadena consecuencias graves para los pacientes, las aseguradoras y el sistema de salud en general.

Algunos médicos y trabajadores de los hospitales reciben pagos para tratar a los pacientes de cierta manera o para esconder y falsear datos, aunque estos sean importantes para la valoración correcta del pago del siniestro y para la adecuada atención del paciente. En otros casos, los médicos inflan los costos de los tratamientos o procedimientos para cobrar más a las aseguradoras.

Los pacientes pueden ser víctimas de la corrupción y el fraude si el hospital factura servicios no realizados o cobra precios inflados o si el doctor recibe un soborno para tratarlos de cierta manera, pues es posible que no recete el medicamento adecuado, sino alguno innecesario o peligroso que ocasione un desenlace fatal.

La corrupción en los hospitales contribuye a los aumentos de las indemnizaciones pagadas por las aseguradoras, lo que ocasiona primas más altas para los consumidores y disminuye la calidad de la atención médica, ya que los doctores corruptos están más preocupados por ganar dinero que por tratar a los pacientes de manera efectiva. Cada vez es más común que en este tipo de prácticas no solamente participen los médicos y el personal hospitalario, sino también el paciente y el asesor, quien a veces recibe beneficios monetarios por lograr que el cliente permanezca más días internado o por recomendarle ciertos médicos.

La omisión de datos, la alteración de diagnósticos y hasta la suplantación de pacientes son el pan de cada día en los seguros de gastos médicos. Para combatir estas prácticas totalmente delictivas, los gobiernos y las autoridades de regulación deben establecer medidas efectivas de control y monitoreo; los hospitales, los profesionales médicos y el personal de las aseguradoras deben ser responsables de sus acciones y someterse a sanciones si se descubre que han actuado de manera corrupta, y los pacientes deben, además de no participar en estos fraudes, tanto estar informados sobre sus derechos como mantenerse alertas a cualquier comportamiento sospechoso por parte de los médicos o el personal de las aseguradoras. Conforme las personas corruptas caigan en la cárcel, se disminuirá la comisión de estos delitos.

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