Sector Asegurador

LAS EMPRESAS Y LOS RIESGOS

Adriana Oropeza Flores, Directora editorial, Revista Siniestro

México sufrió importantes transformaciones a partir del duro sismo de 1985. Por un lado, una parte de la población comprendió qué es la organización civil cuando se lanzó a las calles para apoyar a los damnificados y sobrevivientes; por el otro, el gobierno implementó medidas para prevenir y mitigar las catástrofes naturales, como la creación del ágil y eficiente Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) que garantiza una adecuada coordinación entre los tres niveles de gobierno. A partir de este mecanismo de protección surgió la Gestión Integral de Riesgos (GIR), de la cual nos proporciona más detalles Luis Mora, quien estudió Ingeniería Química en la UNAM, la especialidad en Prevención de Riesgos Laborales en Japón y la licenciatura en Protección Civil y Emergencias antes de la maestría en Gestión de Emergencias que cursa actualmente.

Luis explica que la GIR es un conjunto de acciones encaminadas a la identificación, el análisis, la valoración, el control y la reducción de riesgos que afectarían a la población, los medios de vida o el ambiente, para proteger a las personas y sus bienes. Sin embargo, él aclara que cada quien tiene una percepción distinta del riesgo, pues esta depende de lo que vemos, leemos o escuchamos, por lo que algunos adoptan conductas de alto riesgo y otros unas de bajo. De aquí que ciertas personas tienden a controlar más los riesgos que están en su entorno, como quienes instalan protectores para contactos eléctricos o pisos especiales en el hogar cuando sus hijos están por nacer.

La percepción y el control de riesgos laborales o financieros también varía de acuerdo con cada organización, así que algunas empresas aceptan muchos riesgos, otras cuentan con alguien que los administra y unas más se preparan para los problemas del futuro, como los derivados del cambio climático. En el ámbito empresarial, la GIR se relaciona con la decisión de enfrentar un agente perturbador de carácter natural o antropogénico que puede afectar la operación del negocio. La GIR es muy importante en cualquier empresa, así que resulta necesario tener una persona que esté al lado del director, se encargue de la administración de riesgos y se prepare de forma constante concursos o diplomados, así como desarrollar la resiliencia de la organización y su capacidad de absorber el impacto de un riesgo y adaptarse a un entorno cambiante para cumplir sus objetivos.

En la GIR se aplica el análisis de las 4T (tolerar, tratar, terminar y transferir) para determinar qué hacer con las amenazas. Muy pocas organizaciones transfieren sus riesgos porque les cuesta mucho trabajo, pero hay ejemplos de empresas que sí lo hicieron, como el de una compañía automovilística muy grande, donde se generaban ciertos procesos dañinos para la salud de los trabajadores y se decidió transferir el riesgo con políticas bien establecidas a través de la contratación de los servicios de otra empresa para que desarrollara esos procesos peligrosos.

Aún estamos muy atrasados en cuanto a medidas de GIR y aseguramiento empresarial, ya que los negocios suelen establecerse sin contemplar la GIR y preocuparse de los riesgos hasta que estos se materializan, como se observó durante la pandemia, la cual golpeó de forma contundente a varias empresas, pues solo unas cuantas estaban preparadas para la crisis y, por ello, lograron sobrevivir.

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