Este mes te traemos la historia de una mujer con la que seguramente te has cruzado en algún momento, pues está más involucrada en el sector de lo que te imaginas. Se trata del testimonio de Emma Izquierdo, quien estudió la licenciatura en Actuaría en el ITAM. Ella impartió clases de Estadística y trabajó tanto en un despacho de investigación de mercados como en otro de políticas públicas antes de integrarse a la CNSF, donde estuvo siete años y pasó por diversos puestos hasta que se convirtió en la directora general de Desarrollo e Investigación. Emma participó en la transformación de la regulación del sector, por lo que recuerda tanto la implementación del IBNR, los exámenes para los agentes y la nueva Ley del Seguro Social como los cambios regulatorios de la reserva catastrófica, entre otras modificaciones. Para la actuaria, este periodo estuvo lleno de retos y mucho aprendizaje, pero no dejó de ser divertido. Tras el nacimiento prematuro de su primer hijo, nuestra entrevistada decidió dejar la CNSF para brindarle más tiempo a su bebé, aunque no se ale- jó del todo de ella, pues fue coautora del libro Estudio e interpretación de la nueva Ley del Seguro Social, lo cual le abrió las puertas a dar un sinfín de cursos del tema.

El periódico El Economista le propuso dirigir una nueva publicación, un boletín mensual que se llamó Presente y Futuro de las Pensiones, donde ella describía temas y hacía comparaciones de la operación de pensiones y afores. Al poco tiempo, Grupo Bital la invitó a abrir Pensiones Bital, proyecto en el que ella trabajó durante su segundo embarazo y hasta dos semanas antes de que naciera su hijo. Con dos pequeños en su existencia, la vida profesional de Emma tomó otro rumbo, llevándola a dar cursos, dedicarse a algunos proyectos específicos y trabajar en el Imesfac.
Aunque nuestra entrevistada creí que su vida no cambiaría más, el universo la sorprendió con el fallecimiento de su mamá, quien era agente de viajes y tenía una cartera muy grande. Emma fue impulsada por su papá a mantener dicha cartera, pues la agencia estaba muy bien posicionada y marchaba casi sola, lo que le permitiría pasar más tiempo con sus hijos. Las cosas se dieron solas una vez que ella decidió hacerse cargo de la cartera de su mamá, pues el dueño le comentó después de un año que ya no estaba interesado en conservar la agencia y que la vendería o cerraría, así que Emma la compró, convirtiéndose así en empresaria y dueña de Viajes Jordan & Mac Gregor.
El cambio no fue tan fácil como parece, pero poco a poco nuestra entrevistada se involucró en el fascinante mundo de los viajes y se capacitó con, por ejemplo, algunos diplomados. Dirigir fue una tarea difícil en un inicio, pues los empleados la conocían como la hija de una vendedora de la agencia, pero la empresa se transformó con el tiempo y ahora tiene 45 años de experiencia. Hoy Viajes Jordan & Mac Gregor brinda un trato personalizado y ofrece una amplia gama de servicios que abarca desde la venta de un boleto de autobús hasta la organización de grandes congresos.
Ahora esta admirable mujer reconoce tanto que el éxito es el resultado de un matrimonio feliz, una familia unida, una empresa exitosa y una vida con paz interior como que “la vida es un constante cambio y solo poniéndole cara buena a lo nuevo es posible adaptarse a los retos”. Aunque Emma tiene una agencia de viajes, la actuaría aún habita dentro de su corazón, por lo que ha buscado mantener esta parte de su ser dentro de sus días. Emma y su agencia han tenido la oportunidad de colaborar con diversos organismos dentro del sector, como el Conac, la AMA, la IAA, la OCDE, el NAAC, la Alsum y la IMIA, organizándoles sus congresos, seminarios, coloquios y reuniones. De esta forma, la exitosa empresaria ha continuado dentro del sector asegurador.
