Lic. Mario Jesús Carrillo López / Responsable de Instituciones de Garantías, Oficina de Vinculación mjcl@ovgarantias.com
El próximo año tendrá diferentes matices que repercutirán en el sector afianzador mexicano. Hay tres rubros que nos dan un panorama de lo que se espera:
1. Cambio de administración. En los años de cierre y cambio de administración federal o estatal, la dinámica en el desarrollo e inversión de los proyectos varía, ya que generalmente la contratación pública (obras y servicios) tiende a acelerarse y crecer. Esto exige la cautela de los garantes, es decir, un mayor cuidado en el proceso de suscripción.
Los seguros protegen contra riesgos y constituyen el contrato principal, mientras que las fianzas asumen responsabilidades y son el contrato accesorio, por lo que el análisis de las capacidades técnicas, financieras, legales y morales del obligado principal –según se estipula en la norma– se vuelve fundamental para la debida operación y solvencia de las instituciones fiadoras. Además, la revisión del alcance legal de las obligaciones a garantizar no resulta menos importante y no está de más tener muy presente la condición del acreedor o beneficiario. Todo esto es vital antes de volverse fiador de un tercero.
2. Inversión física. Esta partida del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2024 tuvo un ajuste del 19% respecto a 2023; no obstante, la inversión prevista no es menor, puesto que se mantiene en los niveles nominales de 2022, año que representó un crecimiento importante en relación con 2021, y puesto que 2023 fue todavía más representativo en cuanto al crecimiento en ese rubro. Así las cosas, el PEF para 2024 tiene previsto ejercer como gasto de inversión física la cantidad de 888 mil 803 millones de pesos, monto que, aunque fue menor al presupuestado para 2023, anuncia todavía una fuerte dinámica de la inversión en obra y proveeduría pública, lo que favorecerá el crecimiento sectorial.
En la tabla se muestran los principales rubros de inversión anunciados en el PEF que resultan de interés para el sector. Muchos de ellos están destinados a la consecución de los grandes proyectos y a los aspectos que les son inherentes para su debido establecimiento y operación.

3. Nearshoring. Mucho hemos escuchado sobre esta gran oportunidad que tiene nuestro país y los retos que se están presentando principalmente en materia de infraestructura, para hacer viable o consolidar la inversión privada que favorecerá el crecimiento, desarrollo y derrama económica en todos los sectores, en los cuales Fianzas estará presente para garantizar las obligaciones entre particulares. Quizás el indicador más adecuado para medir el efecto del nearshoring son los informes emitidos
por la Secretaría de Economía respecto a la inversión extranjera directa. De acuerdo con ellos, al cierre del tercer trimestre de 2023, México registró el máximo histórico de 32 mil 926 millones de dólares (mdd) de inversión extranjera directa, la cual fue 2.4% mayor a la cifra publicada en el mismo periodo de 2022 (32 mil 147 mdd). De dicha inversión, el 8% (2806 mdd) correspondió a inversión nueva y el 76% (24 mil 905 mdd) a reinversión de utilidades. La mayor parte de los recursos proviene de Estados Uni- dos (41%), España (11%) y Alemania (9%), mientras que los principales destinos de inversión fueron la Ciudad de México (32%), Nuevo León (9%) y Sonora (8%). Entre los sectores beneficiados por dicha in- versión está el manufacturero, el cual destaca por recibir el 53% y abarca, verbi gratia, equipo de transporte, metales, bebidas, tabaco, equipo de cómputo, industria química, equipo de generación de energía, plástico y hule.
Se espera que el nearshoring sume al crecimiento de Fianzas en 2024, particularmente al del ramo administrativo, y abra áreas de oportunidad tanto para el ramo de fidelidad, que siempre estará latente, como para el de crédito. Además, se considera que el sector no será ajeno a los planes de inversión que se desarrollen y dirijan para Guerrero con recursos públicos o particulares, así como ocurrió con los planes de reconstrucción de la CDMX después de las lamentables pérdidas sufridas a raíz del sismo de 2017. Así pues, el sector estará en la mejor disposición de apoyar desde el ámbito que le compete para que la reconstrucción de las zonas afectadas en Guerrero se encuentre garantizada de la mejor manera.
Desarrollo del sector
Frente a 2024, el sector de garantías se presenta con una sólida fortaleza financiera gracias a sus instituciones solventes. Aunque algunas de ellas están más capitalizadas que otras, todas se encuentran dentro de los rangos que exige la ley y la norma. Como en todos los cambios de administración, se presentarán los retos de cercanía con autoridades, dependencias, entidades, beneficiarios y fiados, pues la rotación de sus representantes es una constante. Esta coyuntura nuevamente nos da la oportunidad de enforcarnos tanto en el entendimiento del rol accesorio de la garantía en la contratación pública o privada como en la buena asesoría durante la contratación. Un entendimiento claro y objetivo de la estructura de los actos jurídicos celebrados, las obligaciones principales y los alcances de estas debería devenir tanto en garantías sólidas y eficaces como en el robustecimiento de un buen proceso de suscripción, privilegiando este sobre “la facilidad” de la puerta falsa de descansar en una contragarantía, en el mejor de los casos, o en la tan trillada acreditada solvencia.
En suma, se espera que 2024 sea nuevamente un año muy positivo para el sector de garantías, cuyo crecimiento signifique un respaldo adecuado para el desarrollo social y económico de nuestro país.
