Un accidente le puede ocurrir a cualquiera en al menos un momento de su vida y muchas veces es muy complicado de atender. En esta ocasión platicamos con Andrea Álvarez, una joven agente de seguros con cuatro años en el sector.
Adrián Palacios Ramírez / Reportero, Revista Siniestro
Ella tiene la misión de generar más conciencia entre la gente que sigue dudando de contratar un seguro. Actualmente, Andrea es agente de la promotoría Colosio, la cual se ubica en Guadalajara, Jalisco. Nuestra entrevistada tuvo su primer contacto con los seguros por herencia familiar, pues su papá le brindó las herramientas y el conocimiento para su desarrollo profesional. Aquí te presentamos uno de los primeros casos exitosos que ella atendió al inicio de su carrera.
Hace tres años, Andrea intervino en la contratación de una póliza de gastos médicos mayores (GMM) de un cliente de 55 años. Doce meses después, su asegurado sufrió una caída mientras jugaba futbol con su familia, por lo que desafortunadamente se fracturó el hombro. Debido a esto, el cliente acudió a Emergencias en un hospital con la categoría contratada en su póliza. Una vez que Andrea se puso en contacto con el asegurado, se realizó el proceso correspondiente a la póliza. El seguro cubrió la hospitalización, la rehabilitación y el medicamento, pagando un total de 220 mil pesos. Por fortuna, el cliente de Andrea, que paga 35 mil pesos de prima anual, ya se encuentra muy bien, así que su historia se suma a la lista de casos de éxito.
Nuestra entrevistada brinda a las personas opciones acordes con sus necesidades y posibilidades, así como acompañamiento en situaciones difíciles. Por el satisfactorio servicio de ella, el seguro y el hospital, el cliente de Andrea mantuvo su estabilidad financiera, experimentó la activación ágil de su póliza, recibió una atención de primera y quedó muy agradecido. Por eso, esta asesora aconseja a los agentes que, para tener éxito y personas contentas con el seguro que renueven su contrato cada año, sean empáticos, busquen a los clientes de manera frecuente –incluso con algún mensaje de felicitación en sus cumpleaños–, generen vínculos con ellos, brinden una compañía con valores, ofrezcan con su asesoría calidad de vida a quienes carecen de una protección y sean muy transparentes con sus clientes, pues son el primer contacto de estos con los seguros.
Solo así muchas personas más tendrán ideas positivas de estos instrumentos de protección que responderán por ellas cuando sufran un accidente previsto pero inesperado.
