Manejar un auto es como portar una pistola, pues en cualquier momento puedes acabar con la vida de alguien. En esta ocasión, entrevistamos a Martín Torres Flores, gerente y técnico de Siniestros en Grupo Metrópoli. Este agente de seguros y fianzas nos compartió un caso para generar conciencia en la gente que no ha asegurado su vehículo, lo cual representa un problema muy común en México, donde siete de cada diez autos no están asegurados.
Uno de los clientes de Martín tenía asegurada una camioneta blindada con tumbaburros, la cual se vio afectada por un vehículo que iba a 90 km/h, pues este la golpeó en un costado, provocando que perdiera el control, se impactara en un muro de contención y terminara volcándose, lo cual a su vez ocasionó daños a otros vehículos. Por fortuna, las afectaciones graves fueron materiales y pocas personas tuvieron leves lesiones. Los daños ocasionados tanto a la camioneta como a los otros vehículos y los costosos servicios de grúa sumaron alrededor de 3.3 millones de pesos, pero los autos afectados por la colisión estaban asegurados, excepto uno, y la camioneta tenía el plan más completo posible, ya que al ser de lujo y estar blindada necesitaba protegerse bien con coberturas adicionales. La prima de esta camioneta era de 27 mil pesos, ya incluyendo los montos de las protecciones extra.
Martín mencionó que su cliente no contaba con la licencia cuando ocurrió el accidente, pero afortunadamente la cobertura de la póliza solo requería la identificación, y no pagó deducible al no ser el responsable, pero hubiera pagado 70 mil pesos por los 3.3 millones de pesos en daños si sí hubiera sido el culpable. Él resalta que es muy importante estar bien asegurado e informado.
En sus 25 años de experiencia en el sector asegurador, Martín ha visto muchas personas que perdieron su patrimonio y enfrentaron procesos legales por no estar aseguradas y no poder pagar sus responsabilidades, como las indemnizaciones por homicidio imprudencial. Por eso, él aconseja a los automovilistas adquirir al menos un seguro de daños a terceros, para que no estén desprotegidos y no se arriesguen a perder su patrimonio y libertad.
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