Entrevistamos a la Dra. Judith Patricia López Caloca y la Act. Dolores Armenta G., consultoras independientes especializadas en seguros médicos, para saber qué pasa con las pólizas de gastos médicos mayores (GMM) en relación con quienes nacen con un problema genético o congénito. Las expertas nos explicaron que las anomalías congénitas ocurren durante la gestación, por lo que se presentan desde el nacimiento, y pueden ser estructurales, si se dan en el exterior del cuerpo (cabeza, cuello, columna, tronco, genitales o extremidades), o funcionales, si afectan un órgano. Algunas de estas enfermedades son el labio leporino, el paladar hendido, la espina bífida y el defecto cardiaco congénito. Aunque en muchas ocasiones no es posible identificar su causa, estos trastornos se pueden deber a factores ambientales, como la exposición de la madre a sustancias nocivas (alcohol o drogas) en el embarazo; problemas durante la gestación o el parto (por ejemplo, una infección o un parto prematuro); cuestiones genéticas o asuntos nutricionales.
La Dra. Judith y la Act. Dolores también nos explicaron que las enfermedades genéticas se producen por las alteraciones de los genes, las cuales pueden ser cromosómicas, monogénicas, poligénicas o mitocondriales. Cabe recordar que los genes son las unidades de transmisión de caracteres hereditarios de padres a hijos y determinan muchas de nuestras características físicas, como el color de ojos, cabello y piel. Algunas de las enfermedades hereditarias más comunes son la hemofilia, la hipercolesterolemia familiar, la distrofia muscular, el cáncer de piel, la cardiomiopatía hipertrófica, la artritis y el síndrome de muerte súbita arrítmica (SADS).
Nuestras entrevistadas resaltaron que las enfermedades genéticas pueden presentarse en el nacimiento o más adelante, incluso en la edad adulta, mientras que las de tipo congénito siempre están presentes desde el nacimiento y pueden tener o no un origen genético.
De acuerdo con las expertas, no ha habido cambios en las condiciones generales de las pólizas de GMM con relación a estos padecimientos. Ellas dijeron que estos productos cubren anomalías congénitas siempre y cuando la madre asegurada tenga al menos diez meses de cobertura continua en la póliza al momento del nacimiento y los afectados hayan nacido dentro de la vigencia del contrato y sean dados de alta en la póliza durante los primeros treinta días posteriores al nacimiento. Los gastos originados por los padecimientos congénitos de quienes hayan nacido fuera de la vigencia no serán cubiertos por el seguro de GMM. Las consultoras recomiendan asegurar al bebé desde el nacimiento, pues algunos padecimientos congénitos no se manifiestan de inmediato, así que es necesario darlo de alta para que, si en el futuro presenta una enfermedad de este tipo, sea cubierto por la póliza. De igual forma, aconsejaron a las mujeres asegurarse antes del embarazo, para que el parto y sus complicaciones estén cubiertos y para que cuenten con los recursos económicos para cubrir los gastos médicos que surjan si su bebé enfrenta una anomalía genética o congénita.
Nuestras entrevistadas señalaron que, aunque estos padecimientos no son muy frecuentes entre los asegurados de GMM, se convierten en casos catastróficos por el riesgo de sus complicaciones y por sus tratamientos costosos de larga duración. Teniendo en cuenta las bases estadísticas de la CNSF, ellas nos compartieron dos ejemplos de las enfermedades congénitas y genéticas reportadas en 2022 (ver imagen), para que nos demos cuenta del enorme costo que tienen estos padecimientos y de los grandes beneficios que el seguro de GMM proporciona a las familias mexicanas en estos casos, ayudándolas económicamente a mejorar la calidad de vida de sus seres queridos.
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