Sector Asegurador

Cosas mínimas que causan daños grandes

Adrián Palacios Ramírez / Reportero, Revista Siniestro

En esta ocasión entrevistamos a Claudia Mónica Soto Aguado y Daniel Alberto Sansores Monsreal, quienes cuentan respectivamente con 32 y 45 años de experiencia en el sector asegurador y son fundadores de Grupo Segurat. Ellos nos compartieron un siniestro ocurrido en abril de este año.

El asegurado reportó que, al despertar en su hogar y dirigirse a la cocina, notó que esta se encontraba medio inundada, pero no halló la causa, ya que todas las llaves de agua estaban bien cerradas, por lo que solo sacó el líquido y limpió; sin embargo, unos días después sucedió lo mismo.

La razón de esa pequeña inundación era una fuga de agua en el refrigerador de la cocina, la cual poco a poco fue causando el daño. Además, el piso de la casa era de madera y, por ello, absorbió como una esponja toda el agua hasta el punto de levantarse.

Afortunadamente el hogar afectado contaba con un seguro. El mismo día en que el cliente reportó el siniestro llegó al lugar un ajustador para realizar el levantamiento de daños. La rapidez sorprendió al asegurado, ya que prácticamente no esperó absolutamente nada para ser atendido. En este caso, se tuvo que cambiar el piso, reparar el refrigerador y remediar los daños en las paredes causados por el agua. El costo del siniestro fue de aproximadamente 50 mil pesos. Se aplicó un deducible por el piso y otro por el refrigerador. Resulta increíble que un desperfecto tan pequeño como una fuga de agua en el refrigerador ocasionara tantos daños. Gracias a la póliza de hogar y contenidos, el afectado salvó su patrimonio. Por desgracia, la contratación de este tipo de se- guros no es frecuente.

La falta de cultura de prevención agrava nuestros riesgos. Debemos entender que un siniestro, como un incendio por un cortocircuito o como una pequeña inundación por una minúscula falla del refrigerador, puede sucederle a cualquiera y ocasionar fuertes pérdidas.

Este siniestro se cubrió por completo, así que el asegurado quedó muy contento, pero para tener este final feliz y libre de preocupaciones debemos aprender a transferir de forma oportuna y adecuada nuestros riesgos a las compañías de seguros.

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