Sector Asegurador

Rol del seguro en la prevención del suicidio

Elizabeth Ortiz / Directora comercial, LinZsurance contacto@linzsurance.com

El 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, el cual fue designado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para crear conciencia sobre este problema global.

En México, el suicidio es una de las principales causas de muerte, especialmente entre los jóvenes. De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las muertes por suicidio han aumentado en nuestro país. La tasa de suicidio por cada 100 mil habitantes fue de 5.3 en 2017 y de 6.3 en 2022, lo que representó 6494 y 8123 muertes respectivamente. Esto equivale a 1629 suicidios más en 2022 con respecto a los ocurridos en 2017. De las mujeres de 18 años o más, el 16.3% declaró que se sintió con depresión en más de la mitad de los días de la semana anterior a la encuesta; en contraste, solo el 9.1% de los hombres de 18 años o más reportó la misma condición. De las personas que no cuentan con re- des de apoyo, el 25.8% se sintió con depresión en más de la mitad de los días de la semana anterior; por el contrario, solo el 12.6% de quienes cuentan con apoyo experimentaron lo mismo. Este preocupante panorama subraya la necesidad de una mayor sensibilización y de estrategias de prevención efectivas. Bajo este escenario, el sector asegurador puede jugar un papel crucial.

En el contexto de los seguros de vida en México, el artículo 197 de la Ley sobre el Contrato de Seguro menciona: “La empresa aseguradora estará obligada, aun en caso de suicidio del asegurado, cualquiera que sea el estado mental del suicida o el móvil del suicidio, si se verifica después de dos años de la celebración del contrato. Si el suicidio ocurre antes de los dos años, la empresa reembolsará únicamente la reserva matemática”. Lamentablemente, el desconocimiento sobre los detalles de la cobertura de suicidio en las pólizas de vida es común en la población, lo cual se debe, en parte, a la naturaleza sensible del tema que a menudo se evita en las conversaciones cotidianas. Las pólizas de gastos médicos en México generalmente no cubren lesiones autoinfligidas ni tratamientos psicológicos o psiquiátricos. Esto deja a las personas que han intentado suicidarse o que padecen depresión sin acceso a la atención médica y psicológica necesaria, lo que podría agravar su situación. La falta de cobertura para estos tipos de lesiones y tratamientos refleja una brecha en el sistema de seguros, que debe ser abordada. Dado que la depresión es una de las principales causas de suicidio, el sector asegurador tiene varias oportunidades para abordar este problema. Incluir los tratamientos para la depresión en las pólizas de gastos médicos puede ayudar a las personas a ser atendidas antes de que su situación se deteriore. Es esencial proveer acceso a terapias y consultas con profesionales de la salud mental, incluyendo las de carácter cognitivo-conductual y otras intervenciones efectivas.

Una de las áreas más críticas es la sensibilización y educación sobre el suicidio. Según la OMS, la sensibilización y la eliminación del estigma asociado con el suicidio son fundamentales para su prevención. Las aseguradoras y los agentes podemos desempeñar un papel vital en este aspecto mediante campañas de concienciación y programas educativos dirigidos tanto a nuestros asegurados como al público en general. Al hacerlo, no solo cumplimos con una responsabilidad social, sino también fortalecemos la con- fianza y lealtad de nuestros clientes, creando un impacto positivo en la sociedad.

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