Elizabeth Ortiz / Directora comercial, LinZsurance / contacto@linzsurance.com
Septiembre se ha convertido en un mes que genera preocupación en muchos mexicanos, especialmente debido a la historia reciente de sismos devastadores.
Los terremotos de 1985 y 2017, ambos ocurridos el 19 de septiembre, dejaron una marca profunda en la conciencia colectiva del país. Estos eventos no solo sacudieron la tierra, sino también alteraron la vida de miles de familias que perdieron sus hogares, pertenencias y, en muchos casos, seres queridos. Ante esta realidad, el seguro de casa habitación es una herramienta esencial para proteger el patrimonio y el bienestar emocional de las familias mexicanas.
Tras los sismos más recientes, se hizo evidente un problema crítico: el infraseguro de muchos departamentos adquiridos a crédito. Muchas personas creían estar protegidas al contar con un seguro hipotecario, pero descubrieron que las pólizas incluidas por las instituciones financieras no cubrían el valor comercial de los inmuebles, sino solo los costos de reparación. Esto se convirtió en un problema mayor en edificios donde no todos los propietarios contaban con un seguro o donde
las reparaciones no podían llevarse a cabo debido a la falta de cooperación de los vecinos.
El resultado fue devastador para muchas familias, las cuales no solo perdieron su hogar y sus pertenencias, sino también quedaron atrapadas en deudas imposibles de pagar, ya que las indemnizaciones no alcanzaban para cubrir el monto de sus créditos. Este problema se agravó debido a que los avalúos realizados para otorgarlos consideraban el valor de la plusvalía, un factor no asegurable. Así pues, muchas familias no solo se vieron afectadas financieramente, sino también sufrieron un impacto emocional profundo al verse desplazadas y endeudadas.
Una posible solución a este problema sería la contratación de pólizas a valor comercial y la implementación de una política obligatoria que exija la contratación de pólizas para todo el condominio. Esto garantizaría que, en caso de un sismo, todos los propietarios cuenten con una cobertura adecuada que permita la reparación o reconstrucción de sus hogares, evitando así que las familias queden en una situación de vulnerabilidad financiera y emocional.
En México, son pocas las aseguradoras que ofrecen coberturas que consideren el valor comercial de las viviendas. La mayoría de las pólizas disponibles solo cubren los costos de reparación, lo cual no siempre es suficiente cuando un sismo fuerte ocurre. Esta limitación subraya la necesidad de una mejor oferta del sector asegurador, que responda a las realidades del mercado inmobiliario y a las necesidades más robustas de los propietarios.
En conclusión, la innovación en los seguros de casa habitación es fundamental para alinearse con el comportamiento actual del mercado inmobiliario en México.
Es imperativo que las pólizas ofrecidas por las aseguradoras consideren todas las variables que determinan el valor de mercado de un inmueble, como la ubicación, el tamaño, la antigüedad, el estado de conservación, las características arquitectónicas, la infraestructura urbana y, más recientemente, el fenómeno de la gentrificación en zonas clave de la Ciudad de México. La gentrificación ha elevado significativamente los precios de las propiedades en ciertas áreas, lo que debe ser tomado en cuenta para evitar que los propietarios queden subasegurados y expuestos a
riesgos financieros en caso de sismos u otros desastres. Solo mediante un enfoque integral que abarque todas estas variables se puede garantizar una protección adecuada y eficaz para los hogares mexicanos.
