Platicamos con Francisco Barajas Aguilera [Pako Barajas], presidente de la Asociación Mexicana de Instituciones de Garantías [AMIG] y Director General de Tokio Marine HCC México Compañía Afianzadora, acerca de los documentos solicitados a las personas morales que desean adquirir una fianza, con los cuales se busca evitar el fraude y el lavado de dinero, así como que el fiado cumpla con su obligación garantizada.
“Una fianza es un instrumento de garantía, no de pago. Damos una fianza para garantizar al beneficiario que el fiado cumplirá su obligación. Si se presenta una contingencia y el fiado no cumple, debemos buscar la conciliación entre las partes para que se cumpla la obligación, o en su caso pagar la reclamación”, dijo Pako. Por eso, antes de otorgar una fianza se recaban los documentos necesarios para poder suscribir, tener el conocimiento del fiado e integrar su expediente de solvencia.
De acuerdo con la Circular Única de Seguros y Fianzas (CUSF), hay documentos base para el expediente de solvencia y el expediente para la prevención del lavado de dinero, ya que las instituciones de fianzas y de seguros de caución están obligadas a validar que los fiados potenciales no tengan ningún problema con el sector financiero y no estén involucrados con el lavado de dinero. La lista de documentos para prevenir el lavado de dinero y tener el conocimiento de cliente se encuentra en la CUSF, la cual indica que para integrar el expediente para la prevención del lavado de dinero de una persona moral se requiere el acta constitutiva, acta de poder del representante legal, identificación oficial vigente del representante o apoderado legal, comprobante de domicilio y constancia de situación fiscal, estos dos últimos con una antigüedad no mayor a tres meses.
La CUSF también establece que las afianzadoras deben recabar garantías de recuperación, definiendo como básica la acreditación de la solvencia o fortaleza financiera de la empresa a afianzar, por lo que es necesario que la empresa presente sus estados financieros auditados anuales e internos parciales con relaciones analíticas, cuya antigüedad no debe ser mayor a seis meses.
En caso de que la empresa no audite, deberá presentar su declaración anual de impuestos, ya que se requiere cotejarla contra sus estados financieros internos.
Los estados financieros internos deben estar firmados por el contador y/o el director general, y deben tener la leyenda “bajo protesta de decir verdad”.
“En base a la evaluación de la fortaleza financiera y técnica de la empresa, versus la obligación a garantizar, las Instituciones de fianzas, podrán solicitar, además de los estados financieros, garantías adicionales, las cuales se encuentran tipificadas y calificadas en la CUSF”, preciso Pako.
“El arte está en la suscripción atendiendo el tipo de obligación a garantizar”,comento Pako, por lo que el suscriptor debe revisar, tanto el contrato o documento fuente que da origen a la fianza, así como los documentos de identificación del cliente y de solvencia para verificar que todo esté bien, para dar la certeza de que el fiado tiene la solvencia financiera, técnica y moral para cumplir cabalmente con su obligación ante el beneficiario.
Sobre la posibilidad de que haya fianzas falsas, Pako Barajas dijo: “Las compañías tenemos la obligación de poner en nuestro portal el validador de la fianza, por lo que cualquier beneficiario puede entrar en él para ver si una fianza es buena o no.”
Pako añadió, “en el caso de las Compañías Afianzadoras y Aseguradoras de Caución afiliadas a la AMIG, la validación de la autenticidad de la póliza de fianza también puede ser realizada en el portal de la AMIG [https:/ http://www.amig.org.mx/%5D.”
“Validar la autenticidad de una fianza es muy simple”, comento Pako, ya que solo es necesario poner la línea de validación que se encuentra en la póliza de fianza, la cual al ingresarla en el portal mostrará los datos generales de la fianza: el beneficiario, el fiado, el monto y la vigencia. En el sector público es obligatorio que se validen las fianzas para evitar fraudes; en el sector privado es opcional.
“Para evitar la presencia de fianzas falsas, el validador de fianzas es una herramienta esencial para que el beneficiario tenga la certeza de que su fianza es auténtica”, comentó Pako.
Nuestro entrevistado concluyó: “El proceso de suscripción involucra la revisión del contrato o documento fuente, los documentos de identificación del cliente y de solvencia. Previo a la emisión de la fianza, conforme a lo establecido en la CUSF, debemos consultar el historial crediticio del solicitante de la fianza, con su autorización expresa y por escrito para hacerlo, a fin validar que su récord sea positivo, ya que, en caso de estar boletinado, la CUSF establece como debe proceder la afianzadora o aseguradora de caución”.
