Sector Asegurador

Panorama de los agentes tras el 30 de septiembre

Mauricio G. Arredondo Fernández Cano / Director general, CEI marredondo@examencei.com.mx

El 15 de diciembre de 2023 se publicó, en el Diario Oficial de la Federación, la Circular Modificatoria 9/23 de la Única de Seguros y Fianzas de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), la cual estableció que la fecha límite para llevar a cabo el trámite de refrendo de las cédulas de agentes era el 30 de septiembre de 2024 y que no se consideraría una nueva prórroga.

Dado lo anterior, se había contemplado un incremento importante de solicitudes en 2024; no obstante, en el primer trimestre se observó una fuerte caída en las programaciones de exámenes en comparación con el mismo periodo de 2023, pues se registraron alrededor de 2500 exámenes menos, lo cual representó una disminución del 30%. En el segundo trimestre de 2024 se observó una ligera alza del 9.5% en comparación con 2023 (615 exámenes más).

En el primer semestre de 2024, la proporción de solicitudes de exámenes para autorizaciones y refrendos fue del 88% y el 12% respectivamente, lo cual indica que la programación de exámenes para refrendo seguía disminuyendo y representaba el 54% respecto al año anterior (1735 exámenes menos que en 2023). Esta situación era preocupante, ya que el volumen era pequeño y faltaban tres meses para la fecha establecida en la circular modificatoria. Cabe señalar que el trámite de refrendo no solo era para los agentes cuya cédula venció durante la pandemia, sino también para quienes habían obtenido su cédula por primera vez entre 2020 y 2021.

En el tercer trimestre del año, la solicitud de exámenes se incrementó un 71%, es decir, hubo 4350 exámenes más que en 2023. Esto representa un incremento acumulado del 14% respecto a 2023 y un nivel de aplicación similar al de 2021 o 2022, que se consideraron años atípicos por los crecimientos presentados (20% en promedio).

En agosto y septiembre se programaron 3606 y 4166 exámenes respectivamente, lo cual significa el mayor volumen que el Centro de Evaluación para Intermediarios (CEI) ha programado en sus veinte años de historia. Alrededor del 20% de estos exámenes fueron de refrendos, lo que significó un incremento del 37% respecto al mismo periodo de 2023. Cabe mencionar que una persona puede presentar más de una vez un examen o módulo, lo cual se contabiliza en las cifras.


En los exámenes programados para nuevos agentes hubo un aumento de aproximadamente el 10%, lo cual rompe la inercia que se tuvo durante el primer semestre del año, donde no se había presentado crecimiento con respecto al año anterior. Hasta septiembre de 2024, alrededor de 15 mil personas presentaron sus exámenes y el 43% de ellas asistieron durante julio y agosto. 7900 personas acreditaron sus exámenes para continuar con el proceso de obtención de su cédula, pero se debe revisar cuántas concluyeron el trámite o desertaron. De acuerdo con las estimaciones del CEI, en promedio, 2000 personas acreditan sus exámenes, pero no obtienen su cédula. (Ver gráfica 1)

El sector asegurador y afianzador experimentó una disminución aproximada del 30% en el número de agentes persona física vigentes. La misma situación se observó en la cantidad de agentes apoderados de persona moral, ya que en junio de 2024 se tenían 7365 y en septiembre de 2024 se contaba con 5638.

La reducción en el número de agentes se puede deber a diversos factores, entre los que encontramos los siguientes: Efectos de la pandemia. Los fallecimientos derivados de la contingencia sanitaria tuvieron un impacto en esta y otras profesiones.

Deserción profesional. La volatilidad del mercado y la presión económica llevaron a muchas personas a abandonar la actividad. Además, esta carrera se suele considerar una oportunidad mientras se encuentra otro trabajo. Incumplimiento de trámites ante la CNSF. Un porcentaje de agentes no completó los trámites de renovación en tiempo y forma, aunque tiene interés en retomar la profesión.

La CNSF adoptó medidas para que los agentes y apoderados continúen ejerciendo de manera ininterrumpida: “1) Considerando el incremento en el flujo de solicitudes para el trámite de refrendo y los pagos por validar […], existe la posibilidad de no poder resolverlos antes del 30 de septiembre de 2024, por lo que, para todas las solicitudes de refrendo y pagos que se reciban hasta esa fecha, habrá de considerarse un plazo de 30 días naturales para resolverlas sin que proceda dejar sin efectos su continuidad, siempre y cuando se satisfagan los requisitos legales establecidos para el trámite. 2) Los interesados que programen algún examen para acreditar su capacidad técnica antes del 30 de septiembre de 2024 y lo acrediten antes del 30 de octubre del presente año tendrán un plazo de 15 días naturales a partir de su acreditación para concluir su trámite de refrendo”.

Será importante ver, al cierre del ejercicio, el número de agentes vigentes con el que se cuenta. En este canal de distribución tenemos retos estructurales importantes y oportunidades para su transformación, porque el número de agentes es muy pequeño para atender a la población mexicana, pues pasamos de 5 a 4 agentes por cada 10 mil habitantes y de 11 a 8 por cada 10 mil personas económicamente activas.

Para los aspirantes y agentes, la oportunidad de desarrollo es mayúscula, dado que la brecha de aseguramiento en México es importante. Para nuestro país, la existencia de una mayor cantidad de agentes interesados en proteger a todos los sectores de la sociedad a través de los seguros o las fianzas contribuirá a disminuir dicha brecha. En promedio, el 55% de las primas del sector asegurador se vende a través de agentes personas físicas y morales, por lo que a la fecha representan uno de los canales más importantes de colocación y su incremento es uno de los elementos para hacer crecer el sector asegurador y afianzador. Además, su participación es fundamental en la penetración de mercados individuales y empresariales que requieren atención personalizada. El agente de seguros y de fianzas no solo es crucial para impulsar la cultura financiera y de previsión, sino también genera un efecto multiplicador en la economía, pues más agentes implican mayor acceso a los seguros, más seguridad financiera y menor presión sobre el gasto frente a eventos inesperados. En última instancia, un sector sólido beneficiará a los profesionales y a la población mexicana que necesita cada vez más acceso a servicios financieros y de protección frente a un entorno incierto.

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