Juan Carlos Eugenio Tavera Carrillo / Subdirector de Reaseguro, Seguros Bx+ / juan.tavera@segurosvepormas.com
En 2024, el mundo enfrentó una serie de desastres naturales y accidentes devastadores que causaron pérdidas significativas en términos de vidas humanas, infraestructura y economía. Hubo desde huracanes y terremotos hasta accidentes aéreos y marítimos. Estos siniestros importantes sacudieron a comunidades y naciones enteras, dejando un rastro de destrucción y desafíos para la recuperación. A continuación, algunos de los siniestros más destacados de 2024, que tuvieron un impacto significativo en la sociedad y en el medioambiente. Estos eventos sirven como recordatorio de la importancia de los seguros, la preparación, la resiliencia y la solidaridad ante la adversidad.
Accidentes aéreos
2024 fue un año mortífero para la aviación. Según un informe de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, en México existió al menos un accidente aéreo en 2024, pues una aeronave Piper PA-25- 235 se estrelló durante un vuelo de fumigación en Mazatlán. A nivel internacional, podemos resaltar siete accidentes: Saurya Airlines Canadair en Katmandú, Nepal; DHC-6 Twin Otter en Indonesia; Dornier 228 en Chikangawa; helicóptero del presidente iraní, Ebrahim Raisi; Ilysushin II-76 de la fuerza aérea rusa; helicóptero Mil Mi-8 en Kamchatka, y Piper PA-42 en Gramado.
Huracanes
La temporada de huracanes 2024 en México fue bastante activa, así que nuestro país experimentó varios siniestros naturales. Se formaron 18 ciclones tropicales en el Atlántico y 15 en el Pacífico, de los cuales destacaron dos huracanes:
John. Se formó a partir de un área de baja presión y se intensificó rápidamente hasta convertirse en un huracán de categoría 3 con vientos sostenidos de 195 km/h. Afectó la costa sur del Pacífico mexicano y tocó tierra en Marquelia, Guerrero, el 24de septiembre, causando deslizamientos de tierra y cortes de energía eléctrica. También afectó Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Michoacán, Colima y Puebla, causando al menos 24 decesos, dejando sin electricidad a 98 mil personas y ocasionando daños significativos en infraestructura y viviendas. Alrededor de 730 mil menores de edad vivían en las zonas afectadas.
Beryl. Afectó partes del Caribe, la península de Yucatán y la costa del golfo de Estados Unidos a finales de junio y principios de julio. Fue el huracán de categoría 5 de formación más temprana registrado durante cualquier temporada en el Atlántico. Se desarrolló a partir de una onda tropical que salió de la costa de África el 25 de junio, se formó el 28 de junio y se intensificó rápidamente a medida que avanzaba hacia el oeste a través del Atlántico tropical central. Tocó tierra en la isla Carriacou de Granada como huracán de categoría 4, causando daños, y se intensificó más al entrar en el mar Caribe, alcanzando la categoría 5. En Venezuela, tres personas murieron y varias desaparecieron. En Estados Unidos, Texas sufrió graves inundaciones y daños por vientos, mientras que la región de Houston informó al menos siete muertos. Dos huracanes que también afectaron diferentes regiones de México fueron Milton y Helen.
Otros eventos
En 2024, México enfrentó olas de calor sin precedentes, especialmente en la primavera. La temperatura máxima a nivel nacional superó los 33 °C, pero en algunas ciudades como Monterrey se registraron temperaturas de hasta 45 °C. Esto se debió en parte a un fenómeno conocido como domo de calor. A nivel mundial, hubo terremotos en Japón, erupciones volcánicas en Islandia e incendios forestales en Chile.
Reflexión final
Estos eventos nos recuerdan la fragilidad de la vida; la importancia de valorar lo que tenemos; el rol de la concientización y educación sobre los riesgos y las medidas de protección, y la necesidad de contar con seguros, inversiones resilientes y planes para implementar medidas proactivas, responder a los desastres naturales, reducir el impacto de estos fenómenos, mitigar los riesgos y proteger tanto personas como empresas.
