Sector Asegurador

Shakira y Taylor Swift el terror del sector asegurador


La industria de la música y el entretenimiento en los últimos años ha contado con un aceleramiento sostenido. Los eventos cada vez son más grandes y complejos, lo cual hace que su costo y logística sean más meticulosos. Los asistentes ya no solo buscan un concierto, pues quieren una experiencia.

Lyndsay Garnica Asociada Senior de Beachcroft en Aviación, Marítimo y Nuevas Tecnologías lgarnica@maydayintl.com

Obtener un boleto para las giras mundiales y los conciertos esperados por miles de personas suele ser un reto. Por desgracia, como cualquier otro sector, el de la música y el entretenimiento enfrenta riesgos que pueden alterar sus planes cuidadosamente diseñados. Ejemplos de ello son los problemas de salud de los artistas, como el que recientemente llevó a Shakira a reprogramar un concierto, y las amenazas terroristas, como la que obligó a Taylor Swift a no presentarse en Viena. Ante riesgos como estos, el sector asegurador juega un papel fundamental para proteger tanto a los artistas como a las productoras y los fanáticos.

Para los artistas, un concierto es no solo una oportunidad para conectar con sus seguidores, sino también una fuente clave de ingresos. La venta de boletos, el merchandising, los acuerdos con los patrocinadores y los derechos de transmisión son algunas de las fuentes económicas generadas por un concierto. Por eso, cuando un evento se cancela o reprograma, como en los casos de Shakira y Taylor Swift, las pérdidas suelen ser millonarias. Además, cuando sucede algo así, existe el riesgo de que se dañe la reputación del artista o de su equipo de producción si no se manejan de forma correcta las cancelaciones o reprogramaciones.

Las aseguradoras han identificado estos riesgos y han creado productos específicos para ellos. Por ejemplo, las pólizas de cancelación de eventos protegen a los organizadores, artistas y otros involucrados ante una amplia variedad de situaciones imprevistas que podrían llevar a la cancelación o reprogramación de un concierto, como los problemas de salud del artista, los accidentes, los desastres naturales, el terrorismo y las pandemias.

En el caso de Shakira, si la artista contrató una póliza de cancelación, que suele ser parte integral de las negociaciones con los organizadores locales, esta podría cubrir las pérdidas económicas relacionadas con el evento reprogramado e incluir no solo los ingresos perdidos por las entradas, sino también los gastos realizados para la preparación del concierto, como los correspondientes a la renta de equipos, el personal de apoyo y otros costos operativos. Cuando un evento se cancela o re- programa, los fanáticos son quienes, en muchos casos, sufren la decepción más directa. Las aseguradoras también tienen un rol aquí, pues en muchos seguros de cancelación de eventos se establece un plan para reembolsar a los asistentes. Este proceso puede ser complejo, pero las pólizas ayudan a las empresas a gestionar y financiar los reembolsos de boletos, evitando que los consumidores se queden sin compensación y que la reputación de la gira o el artista se dañe.

Aunque son poco conocidos porque están comenzado a ser ofrecidos por algunas aseguradoras, existen productos diseñados para cubrir el riesgo de los artistas a ser cancelados mediáticamente, como lo que sucedió recientemente con la protagonista de Emilia Pérez. Dentro de estas pólizas se incluyen equipos de relaciones públicas y gestión de crisis mediáticas.

En el caso de Taylor Swift, las aseguradoras no solo tuvieron que correr con los gastos directos por la cancelación, como la boletería, ya que los conciertos son una de las más importantes fuentes de derrama económica del mundo y su cancelación conlleva pérdidas económicas colaterales para diversas industrias, como la restaurantera y hotelera. En este caso, destacó el impacto directo en la industria de transportes, incluyendo vuelos. Aunque la cancelación fue muy perjudicial, más nocivo hubiera sido la consumación del ataque terrorista. Varios involucrados en dicha amenaza fueron arrestados.

Los seguros de cancelación también ayudan a cubrir los costos asociados con la reorganización de conciertos reprogramados para una fecha futura, como en el caso de la presentación de Shakira. Mover un evento a otra fecha genera costos adicionales, pues los artistas y los organizadores deben gestionar nuevas negociaciones con los proveedores, asegurarse de que las fechas sean viables para las partes involucradas y coordinar las agendas con los equipos técnicos y de producción. Las aseguradoras pueden no solo ayudar a cubrir estos costos imprevistos, sino también proporcionar asistencia para resolver cualquier disputa que surja entre los organizadores, los proveedores y los fanáticos, contribuyendo a que el cambio se realice de la manera más fluida posible cuando se ha contratado la cobertura.

La cancelación de un concierto afecta no solo al artista, sino también a muchos actores dentro de la industria del entretenimiento, como promotores de eventos, técnicos de sonido, personal de seguridad, vendedores de merchandising y muchas otras personas cuyos ingresos dependen de la realización del concierto. Las aseguradoras, al intervenir en estas situaciones, proporcionan el apoyo financiero necesario para que estos actores no enfrenten pérdidas catastróficas. Además, el seguro puede proteger a las productoras y a los sponsors, quienes a menudo invierten grandes sumas de dinero en la publicidad y el marketing de la gira. Aunque la industria del entretenimiento es emocionante y económicamente rentable, está plagada de incertidumbres. El sector asegurador es esencial para mitigar los riesgos y permitir que, a pesar de una situación imprevista, tanto los artistas como los organizadores continúen con sus carreras y actividades de manera estable. Para los fanáticos y asistentes, la existencia de estos seguros ofrece certidumbre.

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