Juan Carlos Eugenio Tavera Carrillo / Subdirector de Reaseguro, Seguros B×+ juan.tavera@segurosvepormas.com
Los seguros de líneas financieras protegen a las empresas y las personas contra riesgos financieros y profesionales. Estos productos suelen cubrir responsabilidad civil, fraude, ciberataques y otras amenazas relacionadas con la gestión de fondos y la prestación de servicios financieros. En esta ocasión, revisamos algunos ejemplos de este tipo de protecciones.
El seguro de responsabilidad civil de directivos y administradores —directors and officers (D&O) o management liability insurance— protege los bienes personales de los consejeros y funcionarios, así como los bienes de la empresa, de pérdidas financieras derivadas de reclamaciones presentadas por terceros a causa de la toma de decisiones en el management de la empresa. Por tanto, cubre los daños y perjuicios causados por los actos de gestión incorrecta.
El seguro de responsabilidad civil profesional —errors and omissions (E&O) insurance— cubre las reclamaciones de terceros contra el asegurado en virtud de la supuesta o real mala presentación de sus servicios. En otras palabras, cubre los daños y perjuicios causados por la negligencia, los errores o las omisiones en la prestación de servicios profesionales.
La mayoría de los seguros de responsabilidad civil para consejeros y funcionarios (D&O) y para empleados en general por la prestación de servicios profesionales (E&O) cubren: • Costos, gastos y finanza que surjan de un litigio derivado de un reclamo y que estén directamente relacionados con la investigación, la defensa o la apelación de un caso.
• La indemnización financiera al tercero afectado, después de la sentencia del juez.
Adicionalmente, ambos tipos de seguros se desarrollan en formato claims made, por lo que deben cumplir con la retroactividad de un año.
El seguro de infidelidad de empleados —bankers blanket bond (BBB), cuya traducción literal es fianza de banquero— cubre el asalto y robo de dinero o de documentos que representen valores, sin importar que ocurran dentro o fuera de la institución, cuando son causados por los actos malintencionados de los empleados.
El ciberseguro cubre los riesgos derivados del uso de la tecnología en un negocio, por lo cual ampara los daños directos, la extorsión cibernética y los daños a terceros, es decir, los daños y gastos relacionados con la exposición y el robo de datos confidenciales. Así pues, tres son sus principales coberturas:
• Daños directos:
• Las pérdidas de ingresos de negocios directos o dependientes durante la interrupción y restauración de los servicios.
• Los gastos de reemplazo o reposición de activos digitales.
• Las relaciones públicas para mitigar los daños a la marca del asegurado.
Extorsión cibernética:
• Por el daño a redes o equipos de redes propias o de terceros.
• Por la publicación de información sensible obtenida de manera ilícita.
Daños a terceros:
• La responsabilidad civil relacionada con los datos personales y corporativos.
• Los gastos por las vulneraciones de seguridad.
• Los gastos de defensa y sanciones derivados del incumplimiento de la legislación en materia de protección de datos.
• La propiedad intelectual y los derechos.
• La responsabilidad por el suministro de soluciones tecnológicas presentada por un tercero.
Principales diferencias entre el ciberseguro y la póliza BBB:
• La BBB cubre pérdida o daño a bienes financieros físicos valiosos, mientras que el ciberseguro esencialmente cubre datos electrónicos y sistemas.
• El interés del ciberseguro no es el dinero, sino la información y los sistemas del asegurado.
• La sección de responsabilidad civil del ciberseguro cubre daños causados a terceros debido a la transmisión de virus a un sistema informático de terceros; al robo, la modificación o la corrupción de datos; a los ataques de denegación de servicio contra sistemas de terceros desde el sistema informático del asegurado, y a eventos de seguridad similar.
• La póliza BBB cubre la pérdida financiera directa del banco como consecuencia de un acto deshonesto o fraudulento de un tercero.
• El ciberseguro cubre la responsabilidad civil no contractual y excluye la responsabilidad civil contractual. El seguro de crime cubre a las empresas de la pérdida financiera ocasionada por la infidelidad de algún empleado o el robo de un tercero. Sus coberturas principales son infidelidad de empleados y crimen computacional.
Los seguros de líneas financieras han evolucionado a lo largo de los años para adaptarse a los cambios en el entorno empresarial y financiero. Aunque es difícil determinar su fecha exacta de origen, existe una visión general de ellos desde la década de los sesenta. En esos años, los seguros de responsabilidad civil profesional y los seguros de fidelidad se convirtieron en productos comunes. En los años ochenta y noventa aparecieron los seguros de responsabilidad civil de directivos y administradores. En los primeros años del siglo XXI, la creciente dependencia de la tecnología y la conectividad a Internet llevó a la creación de los seguros cibernéticos y de privacidad. Finalmente, en 2010, los seguros de líneas financieras se expandieron para cubrir los riesgos emergentes, como el fraude cibernético, la exposición de datos y la responsabilidad civil. Estos productos seguirán reinventándose para abordar los riesgos cambiantes y las nuevas necesidades tanto de las empresas como de los profesionales.
