Seguros

Proyecto Mujer

Eugenia Villanueva

Ella siempre ha pensado que “lo importante de esta carrera es que pienses en grande, que vas a lograr las cosas y que tú puedes. Algo pequeño, ¿para qué?”. Esta ha sido la premisa que la ha llevado a consolidar con Auriga, su propio despacho, una exitosa trayectoria de más de 39 años en el sector asegurador.

Eugenia era un ama de casa por completo, pero al separarse de su esposo buscó la manera de obtener recursos para sacar adelante a sus cuatro hijos, su casa y su granja, la cual era el negocio familiar. Debido a ello comenzó como vendedora ambulante de puerta en puerta, ofreciendo ropa y la carne de su granja. Más adelante, llegó la oportunidad de vender ropa en las dependencias de gobierno. Mientras se dedicaba a ello, un gran amigo de su papá le dijo que debería vender seguros porque reunía todas las cualidades para hacerlo.

Aunque al principio ella no tomó la sugerencia con agrado, se acercó a su hermana menor para pedirle consejo sin saber que también a ella la habían invitado a vender seguros y que ella ya había tomado el curso. Su hermana había decidido que no servía para eso, pero conectó a Eugenia con gente de Seguros Monterrey, donde nuestra entrevistada tomó el curso. En 1986, Eugenia obtuvo su cédula y, gracias a su emprendimiento con la ropa, se le abrieron las puertas para vender pólizas de vida al personal de una dependencia de gobierno.

Un día, la mujer que la invitó a Seguros Monterrey le preguntó cuánto ganaba con la ropa. Ella respondió que le iba bien, pero la mujer le dijo: “Sí, pero te pagan en abonos. Tú debes tener una empresa, pues los seguros son celosos y debes dedicarte de lleno a su venta”. Tras la conversación, Eugenia poco a poco dejó la venta de ropa para dedicar más tiempo a las pólizas de vida, las cuales se volvieron sus favoritas, así que empezó a destacar en la aseguradora.

Gracias al apoyo de su hermana y su mamá con el cuidado de sus hijos y de la casa, se dedicó de lleno a la venta y el aprendizaje de seguros. Como sus clientes de Vida le pedían proteger sus casas, tomó un curso de Daños. Eugenia también incluyó en su cartera las pólizas de auto.

Nuestra entrevistada comenta que tuvo la fortuna de colocar la póliza más grande vendida en la historia de la aseguradora, cuya suma asegurada fue de 1000 millones de pesos, cuando solo le habían enseñado a vender una protección de 10 millones de pesos.

Su experiencia le permite aconsejar a los agentes que busquen un nicho de mercado para no andar en todas partes y para crearse un prestigio haciendo las cosas bien. Ella dice: “Cuando tienes bien puesta la camiseta de la importancia de estar bien asegurado, cuidas a tu cliente, lo apoyas y lo ayudas para que, cuando necesite la cobertura, no se decepcione ni él ni su familia”.

Eugenia ha sido un gran ejemplo para sus hijos. Actualmente dos de ellos siguen sus pasos, pues se fueron enamorando de esta carrera mientras la acompañaban a las convenciones y la ayudaban a contactar a los clientes.

Esta líder recuerda que, desde niña, su papá le enseñó a no ver menos a nadie y no sentirse menos ante nadie porque “aquí venimos a ayudar al prójimo, a servir a las personas”. Por eso le gusta la carrera de seguros, la cual le da la oportunidad de hacer ambas cosas.

Eugenia dice a las mujeres: “Deben valorarse, luchar y creer en ustedes. No tengan miedo, no duden y láncense”.

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