Adrián Palacios Ramírez / Reportero, Revista Siniestro
En esta ocasión, entrevistamos a Lili Cervantes, promotora de la compañía Cervantes Asesores. Ella tiene más de 20 años de experiencia en el sector asegurador y, durante la conversación, nos compartió un caso especialmente significativo que continúa activo y refleja de forma contundente la importancia de contar con un seguro de Gastos Médicos Mayores (GMM).
Todo comenzó hace tres años, cuando Lili asesoró a un hogar que quería contratar una póliza de cobertura familiar. A finales de 2024, el padre de familia fue diagnosticado de una enfermedad grave en la médula ósea, la cual exigía un trasplante. Por supuesto, el diagnóstico fue totalmente inesperado y representó un muy fuerte golpe tanto emocional como económico para este hogar. Una de las principales preocupaciones de los miembros de la familia era que el seguro cubriera un procedimiento tan delicado y costoso. Ante la incertidumbre, Lili actuó con rapidez y empatía, brindándoles tranquilidad al confirmarles que su póliza cubría el tratamiento. Lili comenta que, en momentos así, la familia necesita sentirse acompañada y respaldada por la aseguradora y su agente.
Durante la entrevista, Lili reflexionó sobre un reto común en su labor: demostrar que el seguro sí paga. Debido a la desinformación y a las experiencias negativas aisladas, muchas personas aún creen que las aseguradoras no pagan, así que acabar con este prejuicio es uno de los desafíos más grandes para quien asesora. Desde el inicio del siniestro, Lili se mantuvo al pendiente de cada detalle, brindando seguimiento diario a lo largo de los primeros meses. Su acompañamiento fue fundamental en cada etapa del proceso médico, desde los estudios iniciales hasta la autorización del tratamiento y la logística hospitalaria. Este esfuerzo culminó con una intervención crítica: el trasplante de médula ósea. Dada la complejidad del procedimiento, el paciente aún se encuentra en supervisión médica constante. Hasta la fecha, la aseguradora ha cubierto más de 2.9 millones de pesos en gastos médicos y hospitalarios, incluyendo el tratamiento, por lo cual la familia se ha sentido protegida y respaldada.
Al final de la conversación, Lili hizo un llamado a la conciencia sobre la importancia de proteger no solo la salud, sino también el patrimonio familiar. Ella mencionó que la vida es nuestro activo más valioso y que, aunque a veces pensemos que contratar un buen seguro es un gasto innecesario, cuando una enfermedad grave toca a la puerta solo queremos contar con el mejor servicio médico posible. Ella afirma que el valor del seguro va más allá de lo económico, pues es una herramienta para cuidar lo que más importa: nuestra vida.
Este testimonio no solo es un reconocimiento al trabajo comprometido de Lili, sino también un recordatorio claro de que tener un seguro de GMM marca la diferencia, llevándonos de la incertidumbre a la esperanza y del temor a la acción.
