Adrián Palacios Ramírez / Reportero, Revista Siniestro
En esta ocasión entrevistamos a Jenny Restrepo, quien es promotora con 18 años de experiencia en el sector asegurador y se desempeña como consultora financiera en su tiempo libre.
La historia de Jenny comienza en Colombia, su país de origen, donde ha colaborado con socios estratégicos en diversas áreas del ámbito financiero. En uno de sus proyectos, conoció a un joven padre de familia que ocupaba un cargo de alta responsabilidad y mostraba un gran interés en temas de consultoría financiera y patrimonial.
Este hombre se había enfocado en obtener un buen retorno de capital, dejando en segundo plano los seguros, por lo que solo contaba con la prestación de su empleo como respaldo. Debido a su estabilidad económica, no se había preocupado por ningún posible imprevisto; sin embargo, al convertirse en padre, consideró que asegurar una buena educación para su hijo era una prioridad.
Jenny intentó guiarlo hacia una protección financiera integral, recomendándole contratar un seguro de vida como base de su planificación, pero él no consideró necesario este producto y prefirió un seguro de inversión, pues confiaba en que su solvencia le permitiría afrontar cualquier eventualidad y estaba convencido de que nada le sucedería. Tres meses después, ocurrió lo inesperado. Mientras el cliente estaba en su oficina, un individuo ingresó con un maletín negro y, sin previo aviso, sacó un arma de fuego con la cual le disparó a quemarropa. El hecho, presenciado por varias personas, fue ampliamente cubierto por los medios colombianos debido a su violencia.
Cuando Jenny se enteró de lo ocurrido, el impacto fue enorme. El proceso de ahorro apenas había comenzado y lamentablemente el cliente no había dejado ningún tipo de respaldo financiero. Jenny actuó de inmediato para brindar apoyo a la viuda, quien quedó en una situación de gran vulnerabilidad, y a partir de ese momento se comprometió a asesorarla de manera integral, buscando garantizar su estabilidad futura mediante un seguro bien colocado y adaptado a sus nuevas circunstancias.
La lección que Jenny extrajo de esta experiencia fue clara: es esencial que los clientes estén verdaderamente protegidos ante cualquier eventualidad y que los asesores los ayuden a identificar tanto las necesidades presentes como aquellas que, aunque no sean perceptibles, podrían surgir en el futuro.
Jenny comenta que, desde este caso, trabaja junto a su equipo para cambiar la mentalidad de las personas. Esta experiencia dejó en evidencia que nadie es capaz de anticipar cómo pueden cambiar las cosas en cuestión de segundos. En este caso, el valor asegurado a un plazo de 15 años era de 150 millones de pesos colombianos. Jenny explica que, en este tipo de seguros, mientras menor es el plazo, mayor es el valor de rescate. Como el cliente no se interesó en el valor asegurado a largo plazo y tampoco quiso extender el tiempo por su edad, eligió esa cantidad para asegurar el futuro de su hijo.
Finalmente, Jenny enfatiza que ofrecer un seguro implica negociar con las personas y enfrentar su resistencia, así que es fundamental prepararse profesionalmente, ya que algunas personas buscan la opción “más barata” sin considerar que esta podría convertirse en la más costosa .
