Agente, Siniestro Vida

El silencio que dejó el suicidio

Adrián Palacios Ramírez / Reportero, Revista Siniestro

En esta ocasión entrevistamos a Juan Carlos Galue, quien comenzó en el sector asegurador en 2008 y es promotor de la compañía ProyectaT. Durante la conversación, él nos compartió un caso profundamente conmovedor que ha marcado su trayectoria: el siniestro de una joven asegurada de 27 años, originaria de Colombia.

Se trataba de una chica llena de energía y entusiasmo, que tenía un futuro prometedor. Había comenzado a desarrollarse con éxito en el ámbito laboral y, como parte de su planificación financiera, decidió contratar un seguro de vida con componente de ahorro.

Para Juan Carlos, es fundamental que sus clientes puedan pagar su seguro de forma cómoda, para que no represente una carga financiera o un compromiso que sobrepase sus posibilidades. Gracias a esta filosofía, logró conectar rápidamente con la joven, quien demostraba ser una persona responsable y puntual, que tenía una vida cotidiana similar a la de cualquier chica de su edad.

A finales de 2023 algo cambió. La joven dejó de realizar los pagos de su póliza y no respondió a los intentos de contacto durante casi tres meses. Juan Carlos nos explicó que su aseguradora contempla un periodo de gracia de 75 días, así que la cobertura se mantiene activa durante ese tiempo, aunque experimenta un ajuste proporcional en la suma asegurada por los pagos faltantes.

Antes de que se cumpliera el plazo, Juan Carlos recibió la noticia de que su asegurada se había quitado la vida. La noticia fue devastadora. “Era una persona que irradiaba energía y entusiasmo. Cuando trabajo con jóvenes como ella, siempre les hablo del ahorro a largo plazo y de la importancia de protegerse, pero nunca espero una muerte tan temprana”, expresó nuestro entrevistado.

La póliza contemplaba una suma asegurada de 55 mil dólares, que fue entregada a la familia. Si bien el dinero no reemplazó la pérdida, ha sido un apoyo importante para mantener la calidad de vida de la madre, quien encontró en ese recurso un respaldo económico. Juan Carlos señaló que las aseguradoras enfrentan dos grandes competidores: la muerte y los accidentes, que nadie desea y suceden en cualquier momento. También comentó que muchas personas perciben el seguro como algo negativo o innecesario, aunque deberían verlo como una herramienta fundamental para proteger su estabilidad financiera personal y familiar, pues evita que un imprevisto comprometa el patrimonio construido con esfuerzo.

“Cuando presentas el seguro como una forma de construir y no solo como una protección ante lo peor, las personas lo entienden desde una perspectiva más positiva”, afirmó Juan Carlos. Él enfatizó que un buen asesor debe ayudar a sus clientes a entender que contratar un seguro no significa entregar todo su sueldo, sino elegir una cobertura adecuada que les permita mantener su calidad de vida sin comprometer ni su economía ni la libertad de disfrutar su vida.

Deja un comentario