Gastos medicos y de salud

Es más fácil pagar un seguro que una enfermedad

Roxana Vélez Pérez Coordinadora editorial, Revista Siniestro

Platicamos con Tamara Borgaro, quien es agente de seguros desde hace más de nueve años. Ella comenzó a trabajar con su papá, quien también es agente, apoyándolo en la oficina sin imaginar que no solo aprendería todo sobre seguros, sino también se convertiría en una apasionada de ellos. Nuestra entrevistada nos relató los siniestros de dos de sus aseguradas, quienes fueron diagnosticadas de cáncer de mama. Aunque ambas enfrentaron el mismo padecimiento, el desarrollo de cada caso fue muy distinto:

• Primer siniestro. La asegurada de 49 años tenía una póliza individual de gastos médicos, que adquirió en 1997, la cual contaba con una suma asegurada ilimitada, un deducible de 54 mil pesos y un coaseguro del 10 %. Desde que adquirió su póliza, no la había utilizado, pero recurrió a ella cuando su médico le diagnosticó cáncer de mamá y le explicó que necesitaba una mastectomía. La asegurada aceptó y solicitó una cirugía estética porque no quería vivir “con un hoyo” en el pecho. Aunque las cirugías estéticas están excluidas, su aseguradora accedió a pagar el procedimiento por el impacto físico y psicológico que este padecimiento causa en la paciente. Tras la cirugía, la mujer se recuperó.
• Segundo siniestro. La asegurada de 38 años tiene dos hijos, uno de 15 años y otro de 4 años. Ella forma parte de una póliza colectiva de gastos médicos, que su trabajo le otorgó como prestación en 2023. Esta póliza cuenta con una suma asegurada de 3 millones de pesos, un deducible de 5 mil pesos y un coaseguro del 10 %. La asegurada fue diagnosticada de cáncer de mama en agosto de 2024. En enero de 2025 se sometió a una mastectomía parcial, tras la cual ha recibido diez quimioterapias y sesiones de radioterapia. La primera quimioterapia le cayó muy mal, por lo que fue hospitalizada de emergencia, así que los gastos generados por esta complicación también fueron cubiertos por la aseguradora. La mujer continúa realizándose estudios para monitorear su estado de salud. Cabe destacar que su empresa también le otorgó como prestación un seguro de vida por 800 mil pesos.

Tamara recomienda a quienes tienen pólizas colectivas que contraten una póliza de conversión y no esperen hasta el momento en que dejarán la empresa para cotizar un seguro que les ofrezca los mismos beneficios. Ella entiende que esto representa un esfuerzo, pero afirma que siempre “será más fácil pagar un seguro que pagar una enfermedad”.

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