Adrián Palacios Ramírez / Reportero, Revista Siniestro
Entrevistamos a Jessica Hernández, agente de seguros de GNP con más de diez años de experiencia en el sector. Esta apasionada de su labor y comprometida con la protección del patrimonio de las personas nos compartió un caso que ilustra por qué la salud y el bienestar de la mujer merecen una atención especializada.
Gabriela, una asegurada de Jessica desde hace tiempo, asistió a una revisión ginecológica periódica, que se desarrollaba de forma normal hasta que, durante la exploración, el médico detectó unas pequeñas bolitas en uno de sus senos. Al principio se pensó que estas podrían ser acumulaciones de grasa, pero se requería un estudio especializado para descartar cualquier posibilidad de cáncer.
En una llamada, Gabriela expresó a Jessica su preocupación. Más allá del temor al diagnóstico, estaba angustiada por el alto costo del estudio. La asegurada pensaba, como muchas personas, que solo valdría la pena el gasto si el resultado era positivo, pues de lo contrario se trataría de un dinero “perdido”.
Una vez que el estudio confirmó el cáncer de mama, Gabriela inició una lucha de aproximadamente tres años. El tratamiento fue largo e invasivo, ya que hubo metástasis —propagación silenciosa de células cancerígenas desde el tumor original a otras partes del cuerpo—, así que la asegurada se sometió a múltiples radioterapias, quimioterapias y procedimientos quirúrgicos.
Debido al cáncer, le extirparon ambos senos. La doble mastectomía ocasionó un fuerte impacto emocional en Gabriela, pero el seguro cubrió tanto el acompañamiento psicológico y psiquiátrico que le permitió superar la situación como la exitosa reconstrucción de su cuerpo.
En diciembre de 2024, tras muchos tratamientos y un gran desgaste tanto físico como emocional, que se reflejó en un considerable adelgazamiento y en la pérdida de cabello, Gabriela logró vencer el cáncer. Hoy ella solo toma un medicamento oral como tratamiento preventivo, que el seguro le sigue enviando de manera puntual hasta la puerta de su casa. Historias como esta son admirables y motivan a las mujeres que atraviesan situaciones similares. Sin duda, recibir una noticia así nunca es fácil, pero contar con un seguro y con una asesora humana, cercana y presente desde el inicio hasta el final del proceso hace la diferencia.
Jessica no solo se comportó como una agente profesional, sino también como una valiosa amiga que brindó a Gabriela un acompañamiento genuino y festejó con ella esa importante victoria.
Mujeres, existe un seguro para cada etapa de su vida y una cobertura completa que se enfoca en su cuidado integral.
