Adrián Palacios Ramírez / Reportero, Revista Siniestro
Entrevistamos a Haydée Rodríguez, una agente de seguros con más de 16 años de experiencia en el sector, quien nos compartió un siniestro que ejemplifica la importancia del acompañamiento de un asesor bien capacitado y comprometido con brindar un servicio de calidad.
El 2 de julio de 2022 falleció el padre del asegurado de Haydée, quien contaba con una póliza de la misma compañía a través de otra agente. Gracias a su conexión, la familia recibió una orientación adecuada en un momento tan difícil, el cual se complicó debido a que la familia estaba dispersa en distintas zonas del país y a que el hijo mayor, asegurado de Haydée y residente en Puebla, enfrentaba dificultades para realizar los trámites con sus hermanos, quienes tenían compromisos laborales que limitaban su disponibilidad.
A pesar de los obstáculos, Haydée se comprometió a dar un seguimiento cercano y constante a todo el proceso, cerciorándose de que la familia recibiera la indemnización correspondiente sin mayores contratiempos. El proceso concluyó el 8 de agosto, un poco más de un mes después del fallecimiento, así que fue relativamente rápido si consideramos las circunstancias.
La indemnización que recibieron los hijos ascendió a un poco más de 200 mil pesos. Este monto fue distribuido entre ellos de acuerdo con sus necesidades, no en partes iguales, pues así lo dispuso su padre en el testamento. Por ello, el mayor porcentaje fue asignado al beneficiario que ya tenía hijos y, por ende, mayores responsabilidades económicas. De esta manera, la distribución se llevó a cabo de forma justa y adecuada, respetando fielmente la voluntad y el deseo del asegurado fallecido.
Haydée reveló una experiencia que refleja los riesgos a los que pueden enfrentarse las familias en momentos vulnerables. Un gestor ofreció a los hijos apoyo para manejar el siniestro y facilitar el trámite, lo cual parecía oportuno por las responsabilidades laborales de los beneficiarios y la distancia entre ellos; sin embargo, pretendía cobrar un 10 % de comisión por sus servicios. De inmediato, Haydée les aconsejó rechazar la propuesta, ya que no era necesario pagar ningún costo adicional. Ella se encargó de darles seguimiento y asesoría para que cobraran la indemnización sin intermediarios que buscaran aprovecharse de ellos. Haydée resaltó que, en momentos como estos, algunas personas intentan sacar provecho de la vulnerabilidad de los asegurados y sus familias. Por ello, el asegurado y los beneficiarios deben saber que tienen plena libertad para escoger quién los asesora y que incluso pueden comunicarse con la aseguradora para recibir capacitación y acompañamiento durante el proceso de indemnización.
