Tuvimos la oportunidad de platicar con Iván Botello, director general de Gen Re, quien nos compartió un panorama detallado sobre el actual mercado de reaseguro en México y en el mundo.
Durante la conversación, abordamos temas clave relacionados con los seguros de vida y gastos médicos, así como con las tendencias que están marcando el rumbo del sector. Iván destacó que el mercado mexicano de seguros de vida y gastos médicos mantiene un crecimiento sostenido. Vida representa ya el 39 % de la cartera del sector asegurador y tiene un crecimiento interanual aproximado del 14 %. En Gastos Médicos, el número de asegurados superó los 14 millones en 2024; no obstante, la penetración sigue siendo baja, pues menos del 10 % de la población está cubierta, lo cual representa una oportunidad significativa para ampliar la cobertura, especialmente en los sectores más vulnerables.
A nivel global, el mercado de reaseguro de vida también presenta una dinámica positiva con tasas de crecimiento cercanas al 11 %. Se estima que, en menos de una década, este segmento podría alcanzar un volumen de 750 mil millones de dólares, lo que representaría más del doble de las primas actuales a nivel mundial.
De acuerdo con Iván, este crecimiento responde a múltiples factores: la creciente complejidad de los riesgos globales, la necesidad de soluciones más sólidas en la gestión de siniestros y el papel cada vez más relevante de la innovación tecnológica. La inteligencia artificial, la blockchain y la automatización están contribuyendo a transformar el sector al mismo tiempo que aumentan la penetración del seguro en las economías emergentes. En cuanto al comportamiento de los siniestros y su impacto en la industria, Iván explicó que los eventos catastróficos siguen siendo los principales detonantes de presión en el mercado. Tan solo en 2024, las pérdidas aseguradas por desastres naturales superaron los 145 mil millones de dólares por quinto año consecutivo. Los incendios forestales como los de California, los huracanes como Helene y Milton y los fenómenos climatológicos como El Niño han generado impactos significativos a nivel global. Esta constante ha obligado a las reaseguradoras a revisar y ajustar sus modelos de riesgo para adaptarse a una realidad cada vez más volátil.
En el caso específico de México, señaló que la pandemia de covid-19 ha sido el evento más costoso en la historia del seguro en el país, generando pérdidas que superaron los 3 mil 217 millones de dólares. Este dato es especialmente revelador si consideramos que los eventos más onerosos para el sector asegurador mexicano habían sido los desastres naturales, como los sismos de 1985 y 2017. El hecho de que una emergencia sanitaria haya superado a estos desastres en términos de impacto económico deja claro que los riesgos sistémicos, como los de salud pública, pueden tener consecuencias aún más profundas y prolongadas tanto en la economía como en la vida de las personas.
Respecto al impacto de la tecnología en el mercado de reaseguro, Iván fue claro: “Lo está revolucionando, sin duda”. La transformación tecnológica es acelerada. Existen herramientas que permiten realizar en segundos las tareas que tomaban horas o días. Por ejemplo, la inteligencia artificial puede analizar expedientes médicos de cientos de páginas en tiempos récord, identificar patrones de riesgo y generar reportes detallados que antes requerían la intervención de múltiples especialistas.
Para finalizar, Iván compartió su visión sobre el futuro del reaseguro, el cual visualiza como resiliente, dinámico y profundamente influenciado por los cambios sociales, tecnológicos y ambientales. De acuerdo con él, en Vida y Salud, particularmente en México, estamos viendo una evolución marcada por dos grandes fuerzas: la creciente demanda de protección financiera y la transformación digital. El experto señala que la pandemia dejó claro que los riesgos de salud pueden tener un impacto económico mayor que muchos desastres naturales, lo cual ha generado una mayor conciencia entre la población sobre la importancia de contar con seguros de vida y gastos médicos, lo que a su vez impulsa la necesidad de un reaseguro más robusto, especializado y adaptado a los desafíos del futuro.
